Ya en Quito, Ecuador, para participar de las deliberaciones sobre «Las revoluciones de la patria grande: retos y desafíos» que reúne a los principales partidos de izquierda y progresistas de América Latina y el Caribe. Oportunidad de encontrar compas y camaradas de toda la región. Un primer encuentro con mi querido amigo Alberto Adrianzén, del Perú, resultó sumamente interesante.Le comenté que en la prensa hegemónica de la Argentina (en realidad, de toda la región) el Perú aparece como el modelo a imitar. Que muchos dizque «analistas» (en realidad, lobistas de la derecha) le dicen a los gobiernos progresistas y de izquierda que imiten lo que se está haciendo en el Perú. Sin más me pasó algunos datos que destruyen la propaganda sobre el supuesto «milagro peruano», sucesor del hoy desacreditado «milagro chileno.» Ahí van:

Suministro de agua en una barriada limeña

– Informalidad laboral: abarca al 70 % de la población económicamente activa.
– «Trabajo decente», definido por la OIT: sólo el 12 % de la población económicamente activa.
– Salario mínimo: el segundo más bajo de América Latina y el Caribe.
– Tasa de Sindicalización: entre el 6 y 7 %.
– Derechos laborales: recortados al extremo, y el gobierno dice que … ¡si se concedieran más derechos crecería la informalidad! Por lo tanto, los restringe.
– Emigración: durante el supuesto «boom» económico de estos últimos años salieron «huyendo de la prosperidad» más de 3.000.000 de personas. ¿La gente emigra al exterior cuando la economía anda bien? 
– Popularidad/aprobación de Ollanta Humala: entre el 25 y 30 %.
– Buenos Aires es una de las principales concentraciones de peruanos en todo el mundo.
– Economía tripartita: la formal (minoritaria), la informal (mayoritaria) y la ilegal: narco, tala de selvas y bosques, minería ilegal, etcétera)
– Concentración mediática: El Comercio (Lima), diario tradicional del Perú, concentra entre el 70 y el 80 % de todos los medios gráficos. Un poder omnímodo, íntimamente vinculado a las diversas fracciones del capital y, por supuesto, al imperialismo.
– 11 bases militares norteamericanas, más dos puertos de reaprovisionamiento para la Cuarta Flota yankee (el tercero está en Colombia)
– El Perú desplazó a Colombia como el primer productor mundial de cocaína. 
– Fuerte presencia de la «embajada», supuestamente interesada en combatir al narcotráfico. En realidad, es para «organizarlo» y canalizarlo adecuadamente, como lo están haciendo en Afganistán, que bajo la fuerte presencia norteamericana se convirtió en gran exportador de heroína.