17.1.2016
sido peores que el fallecimiento, el 14 de este mes de Enero de 2016, de Ellen
Meiksins Wood. Nacida en Nueva York, el 12 de Abril de 1942, hija de un
matrimonio de judíos marxistas que huyeron de la ocupada Letonia para
refugiarse en esa ciudad, Ellen se convirtió con el paso del tiempo en una de
las figuras más deslumbrantes del marxismo contemporáneo. Inició sus estudios
en la Universidad de California/Berkeley, donde obtuvo su bachillerato con
orientación en Lenguas Eslavas. Poco después iniciaría sus estudios graduados
en la misma universidad, pero en la sede de Los Ángeles, de donde egresaría con
su doctorado en ciencia política en el año 1970. Durante unos treinta años fue
profesora de Teoría Política en la Univeridad de York, en Toronto, Canadá. Formó
innumerables discípulos e incursionó en los más diversos campos de las ciencias
sociales. Como buena marxista no reconocía las fronteras disciplinarias propias
del pensamiento burgués, que dividen la economía, la sociología, la ciencia
política, la historia y la cultura como áreas de conocimiento
compartimentalizadas que reproducen la fragmentación propia del sentido común
de la burguesía. En su obra, historia y presente; economía y política; sociedad
y cultura están indisolublemente entrelazadas, y sólo a los efectos analíticos
podían, en un primer paso del conocimiento, ser separadas para luego, en un
segundo momento, ser nuevamente integradas en una totalidad dialéctica en
permanente movimiento. Fue una de las más aguda críticas del posmodernismo y el
posmarxismo, denunciando el carácter insanablemente conservador de esas modas
intelectuales que tanto daño han hecho, siempre complacientes con el
capitalismo, con la pseudo democracia burguesa y el imperialismo. Sus críticas
al nuevo revisionismo, ese marxismo descafeinado sin lucha de clases y sin
imperialismo, son un fecundo modelo de trabajo intelectual por su rigurosidad y
también por su rara capacidad para realizarlo sin apelar al lenguaje esotérico
y rebuscado que, desgraciadamente, aún se encuentra en muchos pensadores de
izquierda. Sus escritos sobre la filosofía política y la formación del
pensamiento burgués son pequeñas joyas, al igual que sus reflexiones sobre el
imperialismo y la democracia. El suyo era un pensamiento profundo, incisivo
como pocos, invariablemente situado en las polémicas de nuestro tiempo y dicho
en un lenguaje terso y llano. No escribía para polemizar con los extravíos de
algunos colegas ni perdía su tiempo en estériles debates escolásticos sino que
lo hacía sino para ayudar a los oprimidos y explotados a comprender como era el
mundo, y cómo se lo podía cambiar. No era una “marxóloga” que se regodeaba en
el sutil manejo de las categorías
teóricas de Marx desde el encierro de una torre de marfil, sino una marxista
militante, sin respiro, que escribía sin cesar, creaba o participaba en
proyectos culturales (como la Monthly Review, por ejemplo) y colaboraba permanentemente
con las fuerzas de izquierda en Canadá, Estados Unidos y en Europa, donde
estuviera. Su inmensa estatura intelectual –plasmada en los brillantes libros y
ensayos que nos legara- se agigantaba por su don de gentes, su modestia y la sencillez
de su trato, en las antípodas de tantos intelectuales que por comparación con
Ellen son insignes pigmeos pero que transitan por el mundo con aires de
perdonavidas y haciendo gala de una insoportable arrogancia. Tuve la inmensa
fortuna de ser su amigo, de visitarla en Nueva York y Londres, y de que
aceptara una invitación a visitar la Argentina, a comienzos de siglo, ocasión
en que pronunció varias conferencias públicas en la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Buenos Aires y en CLACSO. También de que
colaborara con un artículo para una compilación que junto con Javier Amadeo y
Sabrina González hiciéramos hace ya diez años: La Teoría Marxista Hoy. Ellen se
avino a participar en ese emprendimiento cuyo objetivo era relevar la situación
de la teoría marxista en sus distintas manifestaciones y especialidades. (El
libro puede ser descargado gratuitamente desde este blog). A modo de homenaje a
esta enorme intelectual marxista, ganadora del Premio Isaac Deutscher y autora
de textos tan brillantes como necesarios para nuestra lucha es que reproduzco a
continuación el artículo que escribiera para la obra colectiva arriba
mencionada, en donde anuda algunas de sus tesis centrales sobre la
incompatibilidad de la democracia con el capitalismo en el marco del
imperialismo contemporáneo. ¡Gracias Ellen, por todo lo que nos has dado, por
el conocimiento que nos has aportado y por haber sido como fuiste!
Meiksins Wood*
democracia y globalización**
en la compilación
teoría marxista hoy. Problemas y perspectivas
(Compiladores)En:
Aires, CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, 2006)Fecha
OFRECÍ una conferencia sobre el nuevo imperialismo
efectos negativos para la democracia en tanto Estados
continúe intentando consolidar su hegemonía global unilateral.
concluí sugiriendo que la democracia se estaba convirtiendo,
lo era hace mucho tiempo, en una amenaza para el capitalismo.
de todo lo que nos han dicho sobre la “globalización”
decadencia del Estado-nación, el capital global depende más que
un sistema global de múltiples estados locales. De modo que
luchas locales y nacionales por una democracia real y un verdadero
del poder de clase –tanto al interior como fuera del Estado–
plantearle una amenaza real al capital imperialista. Alguien en
audiencia preguntó: ¿por qué el capitalismo no puede continuar tolerando
de democracia formal con la que ha estado conviviendo
un largo tiempo en el mundo del capitalismo avanzado? ¿Por
debería esto plantear algún peligro real para el capitalismo global?
interrogante realmente no era irrazonable. Por el contrario, la
de la democracia moderna, especialmente en Europa occidental
ha sido inseparable del capitalismo. Sin embargo, esto ha sido
Toronto, Canadá.
solamente porque el capitalismo ha creado una relación enteramente
entre poder político y económico, que torna imposible que la dominación
se mantenga coexistiendo con los derechos políticos universales.
capitalismo el que hizo posible una democracia limitada,
antes que “sustantiva”, algo que nunca fue factible con anterioridad.
esto que el capital ha podido tolerar algún tipo de democracia.
objetivo en esa conferencia no era afirmar que el capitalismo no
tolerar la democracia formal –aunque no deberíamos desestimar
ataques contra las libertades civiles que están teniendo lugar precisamente
EE.UU. Aquello que pretendía y pretendo subrayar aquí
las condiciones del capitalismo global actual y del nuevo imperialismo,
democracia puede amenazar con convertirse en algo más que
régimen meramente formal. Para explicarme retomaré brevemente un
sobre la relación entre el capitalismo y la democracia que aparece
libro Democracia contra capitalismo
(2000).
interesa dejar en claro desde el principio que, para mí, el capitalismo
análisis final– incompatible con la democracia, si por
entendemos, tal como lo indica su significación literal, el
popular o el gobierno del pueblo. No existe un capitalismo gobernado
poder popular en el cual el deseo de las personas se privilegie
encima de los imperativos de la ganancia y la acumulación, y en el que
requisitos de la maximización del beneficio no dicten las condiciones
básicas de vida. El capitalismo es estructuralmente antitético respecto
democracia, en principio, por la razón histórica más obvia: no ha
nunca una sociedad capitalista en la cual no se le haya asignado a
riqueza un acceso privilegiado al poder. Capitalismo y democracia son
también, y principalmente, porque la existencia del capitalismo
de la sujeción a los dictados de la acumulación capitalista y
“leyes” del mercado de las condiciones básicas de vida y reproducción
como condición irreductible contraria al ánimo democrático. Esto
que el capitalismo necesariamente sitúa cada vez más esferas
vida cotidiana por fuera del parámetro según el cual la democracia
rendir cuentas de sus actos y asumir responsabilidades. Toda práctica
que pueda ser convertida en mercancía deja de ser accesible
democrático. Esto quiere decir que la democratización debe ir de
de la “desmercantilización”. Pero desmercantilización significa,
definición, el final del capitalismo.
mi posición y quiero dejarla aquí asentada con claridad.
embargo, en nuestros días solemos usar la palabra “democracia” en
sentido diferente al hasta aquí expresado, y el capitalismo es el que
esta redefinición posible en la teoría y en la práctica. De modo
permítanme unas palabras sobre este proceso de redefinición.
lugar, simplemente diré una o dos palabras sobre el
más usual del término democracia. Todos estamos fami-
con los usos más defectuosos –aquel que, por ejemplo, admite
gobierno de EE.UU. considere al Chile de Augusto Pinochet
régimen más democrático que el Chile presidido por Salvador
presidente popularmente electo. Quiero agregar un comentario
las definiciones más benignas sobre la democracia: aquellas
convencionales que tienden a identificar la democracia con el
la protección de las libertades civiles y un gobierno
–la clase de nociones que frecuentemente son descriptas como
democráticos. Ahora bien, estas son todas concepciones pertinentes
cuales nosotros, los socialistas, deberíamos estar mucho
atentos de lo que frecuentemente hemos estado en el pasado. Pero
visiblemente ausente de esta
de democracia. En realidad, no existe inconsistencia fundamental
entre el gobierno constitucional, las normas del Estado
Derecho y las reglas de las clases propietarias.
central de esta definición de democracia es limitar el
arbitrario del Estado a fin de proteger al individuo y la “sociedad
las intervenciones indebidas de aquel. Pero nada se dice
distribución del poder social, es decir, la distribución de poder
clases. En realidad, el énfasis de esta concepción de democracia
encontramos en el poder del pueblo sino en sus derechos
dicha concepción no señala el poder propio del pueblo como
sino que, en el mejor de los casos, apunta a la protección de
individuales contra la injerencia del poder de otros. De tal
esta concepción de democracia focaliza meramente en el poder
abstrayéndolo de las relaciones sociales, al tiempo que apela a
de ciudadanía pasiva en la cual el ciudadano es efectivamente
ejemplo, podemos considerar los discursos de los gobiernos
sociedades capitalistas avanzadas –Gran Bretaña, EE.UU.– sobre
reformas democráticas, cuando estas tienden a restringir los derechos
sindicatos. Los representantes de estos gobiernos dicen estar
los derechos democráticos de los individuos contra la opresión
(ejercida por el sindicato). En este sentido, recuerdo vívidamente
durante la huelga de mineros británicos a mediados de
ochenta, el Partido Laborista atacó a los mineros como si ellos fueran
de la democracia, esencialmente porque sus acciones eran “excesivamente”
La política es algo que hacen los representantes
en el Parlamento. Los individuos privados se comprometen políticamente
el momento en que votan. Los trabajadores y los sindicatos
apegarse a sus propias esferas de incumbencia y a sus
“industriales” en sus lugares de trabajo. En este marco, aun el
votar no es concebido realmente como un ejercicio activo del
popular, sino como la ejecución de un derecho pasivo más.
manera u otra, entonces, las concepciones dominantes
democracia tienden a reemplazar la acción política con ciudadanía
enfatizar los derechos pasivos en lugar de los poderes activos;
cualquier confrontación con concentraciones de poder social,
con las clases dominantes; y, finalmente, despolitizar
política. Para dar cuenta de cómo sucedió esto, trataré de sintetizar
de una larga historia.
por retomar la idea original griega de “democracia”.
por ejemplo, la definición de Aristóteles: democracia es una
en la cual “los nacidos libres y pobres controlan el gobierno
al mismo tiempo una mayoría”. El filósofo griego distinguió a
democracia de la oligarquía, definiendo a la segunda como el régimen
gobierno en el cual “los ricos y bien nacidos controlan el gobierno
al mismo tiempo una minoría”. El criterio social –pobreza en
riqueza y nobleza en el otro– juega un papel central en ambas
y es preponderante aun respecto del criterio numérico.
antiguo historiador ha incluso sugerido que, al menos para
oponentes (quienes pudieron aun haber inventado el término), la
significó algo análogo a la “dictadura del proletariado”, en
sentido peyorativo del término. Por supuesto, él no quiso decir que
antigua Grecia existía un proletariado en el sentido moderno del
Específicamente, a lo que apuntaba era a remarcar que, para
oponentes de la democracia, esta forma del poder del pueblo era una
dominación ejercida por la gente común sobre los aristócratas.
palabras, esto implicaba la sujeción de la elite a la masa.
supuesto, en este tramo, debemos decir que es complejo
la palabra democracia a una sociedad con esclavitud en gran
en la cual las mujeres no tenían derechos políticos. Pero es
comprender que la mayoría de los ciudadanos atenienses
para vivir, y trabajaban en ocupaciones que los críticos de
democracia consideraban como vulgares y serviles. La idea de que la
consistió en el imperio de una clase ociosa que dominaba
población de esclavos es sencillamente errónea. Este fue el punto
de la oposición antidemocrática. Los enemigos de la democracia
este régimen sobre todo porque otorgaba poder político al
formado por trabajadores y pobres.
realidad, podríamos decir que el tópico que dividía a los sectores
de los antidemocráticos era si la multitud o el pueblo
debían tener derechos políticos, ya que se dudaba de
personas fueran capaces de elaborar juicios políticos. Este es
recurrente no sólo en la antigua Grecia, sino también en los
sobre la democracia a lo largo de la mayor parte de la historia
La pregunta constante de los críticos de la democracia era
la siguiente: si quienes necesitan trabajar para vivir po-
tiempo suficiente para reflexionar sobre política; pero, además,
aquellos quienes nacieron con la necesidad de trabajar para sobrevivir
ser lo suficientemente libres de mente o independientes
espíritu como para realizar juicios políticos. Para los atenienses
democráticos,
lado, uno de los principios primordiales de la democracia
sustentaba en la capacidad y el derecho de tales personas
realizar juicios políticos y hablar sobre ellos en asambleas públicas.
incluso tenían una palabra para esto, isegoria, que significa
y “libertad” de expresión (y esta última no sólo en el sentido
nosotros la entendemos en la actualidad).
distintiva que trascendió de la democracia griega, sin
no encuentra paralelo en nuestro propio vocabulario político.
por ejemplo, la diferencia entre la antigua idea de ciudadanía
la actual variante más pasiva que vengo desarrollando. Incluso,
de libertad de expresión como nosotros la conocemos tiene
con la ausencia de interferencias en nuestro derecho de difundir
opiniones. La noción de igualdad de expresión, tal como
entendían los atenienses, se relacionaba con el ideal de participación
activa de pobres y trabajadores. De modo que la idea griega
igualdad de expresión sintetiza las principales características de la
ateniense: el énfasis en una ciudadanía activa y su enfoque
distribución del poder de clase.
bien, las objeciones hechas por los antiguos antidemocráticos
reiteradas una y otra vez en los últimos siglos. En este sentido,
democracia continuó siendo sencillamente una mala palabra entre las
dominantes. La pregunta entonces es: ¿cómo la democracia dejó
una mala palabra, aun entre las clases dominantes? Y seguidamente:
tornó posible, tanto como necesario, incluso para esas
dirigentes, el hecho de reivindicarse como democráticas?
una de las principales respuestas se relaciona con
luchas populares que eventualmente hicieron imposible continuar
derechos políticos primordiales a las masas, y particularmente
clase trabajadora. Una vez que esto sucedió, las clases dominantes
que adaptarse a las nuevas condiciones, tanto política como
Con el inicio de las campañas electorales de masas de
siglo XIX, los antidemocráticos difícilmente podían ser abiertamente
respecto de sus sentimientos anti-populares. ¿Qué
podía decir a sus votantes que los consideraba demasiado
e ignorantes como para elegir por ellos mismos qué era lo
política, y que sus demandas eran tan absurdas como peligrosas
futuro del país?, se preguntaba Eric Hobsbawm (1988). Así
repentinamente, todos eran democráticos.
embargo, hay más en esta historia. Mucho ocurrió antes del
que habilitó la posibilidad de esta nueva estrategia ideológica.
cambios materiales y estructurales que modificaron el significado
consecuencias de la democracia. Precisamente estos cambios
que, cuando la democratización moderna tuvo lugar –especialmente
forma del sufragio universal–, esta no representara
diferencia como la que podría haber provocado previamente, o
quienes lucharon por ella hubieran esperado. Como trataré de explicar,
capitalismo posibilitó que los derechos políticos se convirtieran
universales sin afectar fundamentalmente a la clase dominante.
las implicancias de la democracia en el mundo
En cada sociedad previa al desarrollo del capitalismo, dondequiera
explotación haya existido, fue alcanzada por lo que Marx
“medios extra-económicos”. En otras palabras, la capacidad de
productores directos de extraer plusvalía dependió en una forma u
la coerción directa ejercida por la superioridad militar, política
jurídica de la clase explotadora. En muchas de estas sociedades, los
fueron los principales productores directos, y continuaron
posesión de los medios de producción, como la tierra. Las clases
los explotaban esencialmente mediante la monopolización
político y militar, a veces con la mediación de alguna clase
centralizado que cobraba impuestos a los campesinos, o incluso
alguna otra clase de poder militar y jurisdiccional que
permitía extraer plusvalía de estos por su condición dependiente de
o peones que los obligaba a aceptar un decomiso en la forma
para sus señores. En otras palabras, el poder económico y el
se fusionaban, y hubo siempre una división, más o menos clara,
dirigentes y productores, entre quienes detentaban el poder político
componían la sociedad trabajadora.
la antigua democracia ateniense, los campesinos y otros
directores participaban del poder político, y esto debilitaba
el poder de explotación de los ricos o clases apropiadoras.
democracia, las clases productoras no sólo tenían derechos políticos
precedentes sino que también, y por la misma razón, disfrutaban
cierto grado de libertad –igualmente sin antecedentes– respecto de
explotación por medio de impuestos y renta. Entonces, la importancia
democracia era económica al mismo tiempo que política.
cambió con el desarrollo del capitalismo. La capacidad
explotación de los capitalistas no depende directamente de su poder
o militar. Ciertamente, los capitalistas necesitan del sustento
Estado, pero sus poderes de extracción de plusvalía son puramente
los trabajadores desposeídos de la propiedad de sus medios
producción están forzados a vender su fuerza de trabajo por un
para lograr acceder a dichos medios y procurar su subsistencia.
político y el económico no están unidos de la misma forma en
estaban previamente.
entonces y hasta ahora existe una esfera económica distintiva,
propio sistema de compulsión y coerción, sus propias
dominación, su propias jerarquías. El capital, por ejemplo,
el lugar de trabajo y tiene un manejo sin precedentes del proceso
Y, por supuesto, existen las fuerzas del mercado, mediante
el capital localiza el trabajo y los recursos. Ninguno de estos
está sujeto al control democrático o a la rendición de cuentas.
política concebida como el espacio donde las personas se
en su carácter de ciudadanos –antes que como trabajadores
capitalistas– está separada del ámbito económico. Los individuos
ejercitar sus derechos como ciudadanos sin afectar demasiado
del capital en el ámbito económico. Aun en sociedades capitalistas
fuerte tradición intervencionista del Estado, los poderes
explotación del capital suelen quedar intactos por la ampliación de
derechos políticos.
evidente entonces, que la democracia en las sociedades capitalistas
algo muy diferente de lo que representó originariamente
simplemente porque el significado de la palabra ha cambiado,
porque también lo hizo el mapa social en su totalidad. Las relaciones
la naturaleza del poder político y su relación con el poder
y la forma de la propiedad han cambiado. Ahora es posible
nuevo tipo de democracia que está confinada a una esfera puramente
y judicial –aquello que algunos denominan democracia
sin destruir los cimientos del poder de clase. El poder social
a las manos del capital, no sólo en razón de su influencia
en la política, sino también por su incidencia en la fábrica y en
distribución del trabajo y los recursos, así como también vía los dictados
mercado. Esto significa que la mayoría de las actividades de
humana quedan por fuera de la esfera del poder democrático y
rendición de cuentas.
estas transformaciones, por supuesto, no sucedieron de
a la mañana, y el proceso no tuvo una evolución natural e
Fue desafiado a cada paso del camino. En aquellos primeros
capitalismo no era tan claro que los efectos del poder político
clases dominadas estarían al final tan limitados. Hacia el siglo
aún en el siglo XVIII, muchos de los temas básicos, especialmente
con los derechos de propiedad, todavía no estaban
o eran fervientemente desafiados. La masa de la población no
un proletariado desposeído sujeto al mero poder económico del
Los grandes propietarios todavía dependían mucho del control
Estado para sostener el proceso de acumulación de la tierra, la expropiación
pequeños productores, la extinción de los derechos
de la gente y la redefinición misma del derecho de
En aquellos días, la soberanía popular podría haber mar–
diferencia mucho más amplia que la que puede lograr en la
En aquel entonces, todavía parecía esencial para la clase
–y en verdad lo era– mantener la antigua diferenciación entre
y productores; entre explotadores, políticamente privilegiados,
explotadas, sin derechos políticos.
formas, a mediados del siglo XIX, cuando el desarrollo
capitalismo fue mucho más avanzado en Gran Bretaña, la contienda
voto fue una parte importante de las luchas de la clase trabajadora
para los cartistas en Inglaterra. Pero lo más interesante
después del intento frustrado del Cartismo, la pelea por
derechos políticos o democráticos dejó de ser central para las luchas
clase trabajadora. Esto no quiere decir que la lucha política fue
por completo, pero los movimientos de la clase trabajadora
cada vez en mayor medida su atención a las luchas en el
industrial. Ciertamente, en parte debido a la represión ejercida
Estado. Sin embargo, a mi juicio, existe una razón estructural más
Hacia la segunda mitad del siglo XIX, el mapa social había
ya lo suficiente como para transformar las reglas de la política.
entonces, la cuestión de la propiedad se había resuelto a favor
capital, y existía en Inglaterra una masa proletaria de trabajadores
propiedad. Adicionalmente, el capitalismo industrial había avanzado
como para que el capital ganara control en el lugar
trabajo y en el proceso laboral. En otras palabras, la conformación
esfera económica más o menos separada con su propio sistema
se había realizado. De modo que el tema primordial para la
trabajadora parecía estar concentrado en la producción. Cuando
apareció el sufragio, podríamos decir que fue un momento
anticlímax. A su vez, suele decirse que las revoluciones modernas no
tenido lugar en este tipo de capitalismo industrial avanzado, donde
de la oposición se ha trasladado al lugar del trabajo y el Estado
apariencia de “neutralidad”, sino en lugares donde el Estado es
muy claramente un instrumento de explotación.
aquí describí principalmente el caso británico, como primer
de capitalismo industrial con un proletariado masivo. Pero
de EE.UU. es especialmente singular e importante para entender
sucedió con el concepto moderno de democracia. En EE.UU.,
históricas muy específicas, los derechos políticos fueron
más ampliamente y mucho antes en el proceso de desarrollo
incluso con anterioridad al surgimiento de un proletariado
Cuando la Constitución de EE.UU. se redactó, las clases
eran conscientes de los peligros de la extensión de los
políticos, pero las viejas estrategias aplicadas por otras clases
ya no podían ser utilizadas. La existencia de un cuerpo
activo surgido del período colonial y de la Revolución tor
imposible la opción de negar al pueblo sus derechos políticos en
Constitución; no podía mantenerse nada parecido a la antigua
entre dirigencia y productores, entre una elite políticamente
y una masa sin opción al voto.
clases propietarias adoptaron una estrategia diferente, una
ideológica y constitucional que hiciera mucho más factible
el daño que ocasionaría la extensión de los derechos políticos.
esta estrategia ha tenido profundos y duraderos efectos
nuestra moderna definición de democracia.
padres fundadores de EE.UU. redefinieron la democracia.
redefinieron sus dos componentes esenciales –el demos
y el kratos o poder. El demos perdió su significado de clase y
convirtió en una categoría política antes que social. Y el kratos fue
con la alienación del poder popular; es decir, fue convertido
opuesto a lo que significaba para los antiguos atenienses.
cuando dejáramos a un lado la exclusión de esclavos y mujeres,
redefinición estadounidense de democracia implicó diluir el poder
incluyendo el poder de los ciudadanos varones quienes constituían
o la nación política.
en esta instancia, dejar algo bien en claro. En realidad,
padres fundadores de la Constitución norteamericana les
la democracia y no querían construir una. En rigor, ellos
claramente su “república” de la democracia tal como era
convencionalmente. Sin embargo, la injerencia de elementos
democráticos influyó en el debate y los forzó a una mutación retórica;
que en ocasiones ellos denominaban a su república como
“democracia representativa”. En esta nueva concepción de democracia,
despojado de su significado
Las nuevas condiciones históricas hicieron posible dotar
“pueblo” de un significado puramente político. El pueblo ya no era
común, los pobres, sino un cuerpo de ciudadanos que gozan
ciertos derechos civiles comunes. La particular definición de representación
pueblo buscó expandir la distancia entre la ciudadanía y
actuar como filtro entre las personas que accedían al estatus
ciudadano y pasaban a conformar el pueblo y el Estado, e incluso
la democracia con el gobierno o mandato de los ricos –como
ejemplo lo hizo Alexander Hamilton cuando argumentó contra la
“actual” e insistió en que los comerciantes eran los representantes
de los artesanos y trabajadores.
que los padres fundadores norteamericanos crearon un
pasiva, una colección de ciudadanos –“el pueblo”– concebida
masa de individuos atomizados –no como una categoría
como el demos ateniense, sino como un grupo de individuos aislados
identidad política divorciada de sus condiciones socia-
especialmente en lo que se refiere a su pertenencia de clase. Las
se transformaron en el “todo” –las elecciones en donde cada
actúa solo, no únicamente en términos de privacidad sino
en lo que hace al aislamiento respecto de todos los demás. En
circunstancia, el voto individual reemplaza cualquier tipo de poder
Esto es también, sin duda, lo que los gobiernos han tratado de
con sus propuestas de reformas sindicales. Si los sindicatos deben
es mejor que estén formados por miembros aislados, sin contacto
en lugar de miembros que ejercen su poder como colectivo.
que en EE.UU. se inventó una nueva concepción de
formada por muchos individuos particulares y aislados
renunciaban a su poder para delegarlo en alguien más y disfrutar
pasiva de ciertos derechos cívicos y libertades básicas. En
palabras, ellos inventaron un concepto de ciudadanía pasiva, nosocial
despolitizada. Pero, al menos, la democracia era definida
como el gobierno del pueblo (gobierno “del, por y para el
aun cuando el pueblo se había convertido en una categoría
neutra y su gobierno era sumamente débil e indirecto. En el siguiente
habría otros desarrollos del concepto de democracia.
observamos en el siglo XIX es la creciente identificación
democracia con el liberalismo, la creciente tendencia a cambiar
de discusión sobre la democracia de la idea de poder popular
clase de límites constitucionales y derechos pasivos ya mencionados
Estos derechos y límites son, como dije, valiosos
mismos, pero no son por sí mismos necesariamente democráticos.
me refiero aquí es a la estrategia ideológica de reducción e
de la democracia con estos límites y derechos liberales.
con esta estrategia aparece toda una nueva historia de la
que, en lugar de trazar el progreso del poder popular, orienta
nuestra atención hacia algo diferente.
siglo XIX, la democracia fue tratada como una ampliación
principios constitucionales antes que como una expansión del
popular. Se trataba de una disputa entre dos principios políticos
resultado de una lucha de clases o entre fuerzas sociales –señores
campesinos, capital versus el trabajo.
ejemplo, el gran pensador liberal, John Stuart Mill, describió
progreso político en términos del conflicto entre autoridad y libertad
como aquello que en ocasiones él llamó el dominio de la violencia
dominio de la ley o la justicia. No se trataba de la disputa
ricos y pobres o entre explotadores y clases explotadas. En estas
el énfasis no está puesto en el ascenso de la gente común, el
Por el contrario, el acento está
la limitación del poder político y la protección contra la tiranía,
creciente liberación del ciudadano individual respecto del
las regulaciones comunales y las identidades y lazos tradicionales.
héroes en estas historias no son quienes han luchado por el
la gente (los levellers, los chartists, los sindicatos, los socialistas,
En su lugar, nuestros héroes pertenecen a las clases
quienes concibieron para nosotros nuestra Carta Magna
mentada Revolución Gloriosa de 1688 en Inglaterra– y la Constitución
que, especialmente desde la Segunda Guerra Mundial,
sociedades capitalistas avanzadas –algunas más que otras– han
una nueva dimensión a la idea de democracia, bajo la forma
asistencia social. Algunas personas aún hablan acerca del desarrollo
derechos sociales y de una “ciudadanía social”. Así pues, si bien
hecho ha sido de gran importancia para corregir el daño causado
capitalismo, a los fines de nuestra exposición nos interesa señalar
incluso esta ciudadanía social es concebida en términos de derechos
todos estos cambios en el concepto de democracia
posibles por las características del capitalismo, la particular
entre capital y trabajo, y la también específica relación capitalista
esferas económica y política. Entonces, ¿dónde estamos
en la actualidad? Pues bien, los movimientos anticapitalistas
han instalado la democracia en el centro de sus debates en
que no ha sido siempre verdaderamente de izquierda. Y esta
del anticapitalismo con la democracia parece sugerir que
movimientos reconocen una contradicción fundamental entre capitalismo
pero esto no significa lo mismo para todos.
lado, por ejemplo, están aquellos para quienes la democracia es
con un capitalismo reformado, en el cual las grandes corporaciones
socialmente más conscientes y rinden cuentas a la voluntad
y donde ciertos servicios sociales son cubiertos por instituciones
y no por el mercado o, por lo menos, son regulados por
agencia pública que debe rendir cuentas. Esta concepción puede
anticapitalista que anti-neoliberal o anti-globalización. Por
lado, están aquellos que creen que, aun cuando es siempre crucial
por cualquier reforma democrática posible en la sociedad capitalista,
capitalismo es en esencia incompatible con la democracia
me sitúo en esta última perspectiva.
otro problema adicional. Muchos desde la izquierda anticapitalista
el viejo terreno de las luchas políticas ya no
juego a causa de la globalización. El Estado-nación, que solía
arena principal de las políticas democráticas, está abriéndose
la globalización, de modo que tendríamos que encontrar
otra posibilidad de oponernos al capital –si es que cabe pensar
posibilidad.
planteo más reciente en este sentido es el desarrollado por
Negri en su libro Imperio (2002). Ellos nos dicen que el poder
capital imperial está en todas partes y en ninguna. El Imperio, dicen,
“no-lugar”. Y debido a que no hay puntos tangibles de concentración
capitalista, no puede existir realmente un contrapoder.
sentido es que tenemos que pensar en políticas de oposición
términos diferentes, aunque lo que esto pueda significar los autores
dejan del todo claro.
Negri son mucho más específicos en lo que respecta al
luchas que no creen posibles, y entre ellas incluyen los conflictos
nacionales, las luchas de los movimientos de trabajadores y algunas
Mucha gente que integra el movimiento anticapitalista ve
políticas, pero a mi juicio
justamente de todo lo contrario. En mi opinión, esta obra parece
un profundo pesimismo sobre la posibilidad de una lucha
y anticapitalista. Creo que están equivocados. Es simplemente
no existan puntos tangibles de concentración del poder
No es verdad que el estado territorial que conocimos se
en declinación frente a la economía global. Por el contrario,
el capital depende más que nunca de un sistema de estados
que administren el capitalismo global.
problema del Estado en el capitalismo internacional es más
dado que el capitalismo global no posee un Estado internacional
sustente y, hasta el momento, tampoco creo que construya
Estado. La forma política de la globalización no es un Estado internacional
sistema de varios estados nacionales; de hecho, considero
esencia de la globalización es una creciente contradicción
alcance global del poder económico capitalista y el mucho más
alcance de los estados territoriales que el capitalismo necesita
sostener las condiciones de acumulación. Precisamente esta contradicción
es posible y necesaria por aquella división propia
capitalismo entre economía y política.
resumidas cuentas, mi argumento sostiene que lo que estamos
en el nuevo imperialismo norteamericano es un esfuerzo
por lidiar con la contradicción entre la esfera de acción
económico y la continua dependencia del capital de un sistema
estados territoriales. Esto representa, sin lugar a dudas,
peligro para el mundo en su conjunto, pero a la vez nos habla de algo
Hasta aquí he explicado qué hace al capitalismo compatible con
clase de democracia, y qué hace posible que las clases dominantes
este tipo de régimen –el hecho de la separación de las esferas
y económica. Esta situación ha hecho posible la tolerancia
partidos de la clase trabajadora en la política, incluso sin haber
nunca las clases dominantes de acuerdo con esta idea. Pero ade
sostuve que esta vieja separación ha sido desbaratada porque el
internacional necesita del Estado más que nunca para organizar
circuitos económicos que el capital no puede manejar por sí mismo.
capital depende, tal vez hoy más que nunca, de un sistema
estados, las luchas verdaderamente democráticas –entendidas
contiendas para cambiar el balance de poder de clase tanto
como fuera del Estado– pueden llegar a tener un efecto mucho
en épocas anteriores.
1986 La Política (Buenos Aires: Alianza).
Alexander; Madison, James y Jay, John 1998 (1780) El
Cultura Económica).
Michael y Negri, Antonio 2002 Imperio
(Buenos Aires: Paidós).
Eric 1988 La era del imperio: 1875-1914
(Barcelona: Labor).
Ellen Meiksins 2000 Democracia contra
capitalismo. La renovación
Siglo XXI).
Y quien diablos fue esa tía??????? solo los zurdos utópicos la conocen, si tanto le gusto el marxismo xq no fue a vivir a Cuba o Corea Del Norte??? todos los intelectuales de izquierda viven en países capitalistas !!!