26 de Junio de 2014
Comparto un anticipo de este nuevo libro de Roberto Montoya, uno de los más importantes expertos sobre el tema, que describe como el presidente Barack Obama se ha convertido en un asesino serial que con sus drones ha quitado la vida de entre cuatro y cinco mil personas, la inmensa mayoría de ellos inocentes y con ejecuciones que tuvieron lugar en países contra los cuales Estados Unidos no está en guerra. Con estos antecedentes a la vista habrá que lanzar una campaña mundial para que el Comité Nobel del Parlamento de Noruega le retire el Premio Nobel a Barack Obama, por violar el mandato y los términos de quien instituyera ese premio, Alfred Nobel, que explícitamente dejó establecido que el mismo debía entregarse «a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz.» Barack Obama es la antítesis perfecta de todo esto y con su conducta deshonra el espíritu del Premio Nobel de la Paz.
.
la muerte por control remoto
en su despacho. Allí, todos los martes, aprueba una lista de personas a las que
matar y unos aviones no tripulados despegan y las asesinan en el lugar del
mundo en que se hallen. Ya van cientos de ataques y miles de muertos, no sólo
los objetivos que aparecen en las listas, también cualquier persona que se
encontrase en las proximidades. Parece una película futurista pero no lo es.
Está sucediendo ahora y el hombre del despacho no es el malo de la película
como podría parecer, al contrario, es el Premio Nobel de la Paz Barack Obama.
internacional y es el autor de dos libros básicos sobre el ‘modus operandi’ de
Estados Unidos en su guerra contra todo lo que considera terrorismo, a costa de
pulverizar los derechos humanos y la legislación internacional, ‘El imperio
global’ y ‘La impunidad imperial’. Sin duda es la persona adecuada para
investigar con rigor y profundidad este nuevo método que no conoce fronteras
para asesinar por todo el mundo.”
Ésta es parte de la introducción que el periodista y escritor español Pascual
Serrano, responsable de la nueva colección A Fondo, de la Editorial Akal, hace
del nuevo libro de Roberto Montoya, corresponsal de Miradas al Sur en
Madrid, que próximamente llegará a las librerías argentinas.
Estos son algunos de los pasajes de la introducción del autor y de varios de
los capítulos del libro.
“Así como tuvieron que pasar años, hasta 2005, para descubrirse el programa
secreto de la CIA de secuestros que se había iniciado en realidad cuatro años
antes, en 2013 el mundo se enteraría también que las ejecuciones
extrajudiciales con drones nacieron igualmente en aquella época. Pero junto a
ese dato se supo de igual manera que hubo sólo 48 ataques de ese tipo en los ocho
años que Bush estuvo en el poder, mientras que Obama adoptó los asesinatos con
drones como su método favorito, como el arma ideal, y al cumplir cinco años
como inquilino de la Casa Blanca ya llevaba más de 390 ataques realizados en
Pakistán, Irak, Afganistán, Yemen o Somalia, que provocaron la muerte de entre
4.000 y 5.000 personas, buena parte de ellas civiles.
’’Sólo tres días después de asumir el poder, el 23 de enero de 2009, cuando
seguían escuchándose en todo el mundo los elogios a Obama por acabar con la
cruzada de Bush, el flamante presidente ordenaba su primer ataque con drones.
Sucedió en Pakistán, murieron entre siete y 15 personas, la mayoría de ellas
civiles, simples daños colaterales para la CIA.
’’Meses después, en diciembre de ese mismo año, el presidente ordenaba su
primer ataque en Yemen, contra lo que según la CIA era un campamento de Al
Qaeda al sudeste de la localidad de Al-Majala. Fue un ataque combinado con
misiles disparados por un drone y bombas de racimo lanzados por un cazabombardero.
Luego se conocería que en el ataque habían muertos 14 mujeres y 21 niños.
’’Y, cuando sólo 11 meses después de llegar al poder Obama fue a Oslo a recoger
su Premio Nobel de la Paz 2009, ya habían muerto por los ataques de drones más
personas que durante los ocho años de mandato de Bush.
’’Obama creyó encontrar en los drones la fórmula ideal para dar continuidad a
la guerra contra el terror de Bush, y a su vez evitar el rechazo nacional cada
vez mayor que ya provocaba en Estados Unidos la muerte de los miles de jóvenes
soldados caídos en las guerras de Irak y Afganistán. El mediático presidente
vio también que la guerra protagonizada por drones dirigidos por control remoto
desde miles de kilómetros de distancia, le permitía a Estados Unidos evitar el
rechazo de la comunidad internacional ante el cúmulo de atropellos a la
población civil que siempre van vinculados con las intervenciones de sus tropas
en conflictos en el extranjero.
’’Él, el hombre que reivindica a Luther King, el hombre defensor de los derechos
humanos, el presidente a quien pocos meses después de asumir el poder se le
otorgó el Premio Nobel de la Paz no por sus hechos sino simplemente por sus
promesas, es el que no ha tenido ningún reparo moral a la hora de ordenar
personalmente ejecuciones sumarias en lejanos países, con o sin el
consentimiento siquiera de sus propios gobiernos y sin que medie en ningún caso
una declaración de guerra.”
Casa Blanca. “Todos los martes por la mañana el presidente mantiene una reunión
con el gabinete antiterrorista constituido por Jack Brennan, ex consejero jefe
en materia antiterrorista de Obama y actual director de la CIA; Thomas E.
Donilon, consejero nacional de Seguridad, y otras dos decenas de altos cargos
de otras agencias de Inteligencia y de las fuerzas armadas.
’’Obama instauró estas reuniones en la Situation Room de la Casa Blanca para
controlar de forma personal la kill list que le ofrecen sus asesores
semanalmente. Son ellos los que eligen los candidatos, generalmente sospechosos
de pertenecer a algunas de las organizaciones que forman parte de Al Qaeda o
que tienen algún acuerdo con ella. El presidente analiza el dossier de cada
candidato, los cargos existentes contra él, la importancia de su
responsabilidad en la escala terrorista, examina fotos, vídeos, se le
proporcionan datos sobre su localización, sobre su situación familiar, sobre
las posibilidades para alcanzarlo con un misil disparado desde un drone, los
riesgos de ‘daños colaterales’ (léase, muerte de civiles) y los previsibles
efectos que pueda producir su ejecución extrajudicial.
’’Con esos datos en la mano, el presidente evalúa los pros y los contras de esa
operación clandestina, valora las consecuencias políticas, y decide matar o
perdonar al candidato, como los antiguos reyes absolutistas, o como el César
hace tantos siglos, cuando tras una contienda entre gladiadores en el Circo
romano indicaba con su pulgar, con un gesto hacia abajo o hacia arriba, si el
gladiador vencido en la arena debía morir o no.
’’(…) Y los drones de Obama son sólo una punta del iceberg, una pequeña muestra
del mundo bélico que viene, un adelanto de la guerra robótica, de la futura
guerra entre drones, aviones y helicópteros, de los camiones militares sin
conductor, la guerra entre soldados-robot, de los videojuegos convertidos en
realidad, donde el control de la alta tecnología jugará un papel fundamental,
donde quien la controle, quien tenga el control de esas Play Station letales
tendrá el poder, y el que no la tenga seguirá poniendo los muertos.
’’(…) En numerosas bases aéreas en Estados Unidos se entrenan constantemente
pilotos especializados en la conducción de drones, se ha convertido en una
especialidad con futuro. En al menos 13 de esas bases operan cerca de 1.500
pilotos de drones militares, amén de los que trabajan desde otras bases de
aparatos no tripulados situadas en Europa, Oriente Medio, África y Asia.
’’Inicialmente, la Fuerza Aérea estadounidense (USAF en sus siglas en inglés)
utilizaba para operar los drones a veteranos pilotos de cazabombarderos
convencionales, pero, posteriormente, a partir de 2009, se decidió crear una
carrera específica.
’’(…) Buena parte de los asesinatos ‘selectivos’ que comete la CIA o las
fuerzas armadas de Estados Unidos y Reino Unido en Afganistán, Irak, Pakistán,
Yemen, Somalia u otros países, son dirigidos directamente desde bases militares
en suelo estadounidense, a más de 10.000 kilómetros de distancia de sus
objetivos, o desde bases en suelo británico.
’’‘Ver cómo los malos son eliminados en la pantalla e irte a comer al
restaurante de la esquina resulta un poco surrealista’, reconoce un piloto de
la USAF.
’’Otro piloto de drones, un oficial muy convencido de la ‘utilidad’ de los
asesinatos que cometía sentado en su cómodo asiento en una base en Estados
Unidos, decía a un periodista: ‘Hay una muy buena razón para matar a estas
personas, Me lo repito una y otra vez’. ‘Pero nunca te olvidas de lo ocurrido’,
añadía.
’’Otra ex piloto, la mayor ‘Meyer’, el nombre ficticio que dio a la prensa,
recordaba en una entrevista a Der Spiegel que estaba
embarazada cuando mataba personas con su Joystick en la base
de Creech, cercana a Las Vegas. ‘No había tiempo para los sentimientos’,
sostenía. Sentía, sí, que su corazón palpitaba con fuerza y que tenía ‘un
subidón de adrenalina’ cuando estaba esperando la orden de disparar contra un
objetivo.
’’‘Cuando la decisión había sido tomada y mis superiores confirmaban que se
trataba de un enemigo, de una persona hostil, un objetivo legal que debía ser
destruido, entonces no tenía reparos en realizar el disparo’.
’’No es la única piloto de drones que ama su trabajo. En el mismo largo
artículo de Der Spiegel se recogen también declaraciones como
esta del coronel Matt Martin, ex piloto de drones y autor del libro Predator,
el nombre del modelo de su admirado avión no tripulado: ‘A veces me sentía como
Dios lanzando rayos desde lejos’.
’’(…) Pero no todos los pilotos de drones que diariamente y cumpliendo
rutinariamente un horario como cualquier oficinista matan personas en lejanos
países se sienten orgullosos de su trabajo. Heather Linebaugh, ex analista de
imagen y analista geoespacial para operaciones con drones desde bases en
Estados Unidos de 2009 a 2012, se dirigió a los políticos de su país y de Reino
Unido que defienden a ultranza las ejecuciones sumarias con drones, a través de
una columna en el periódico británico The Guardian. Linebaugh
desmentía la precisión de las cámaras y los disparos de los drones que tanto
reivindican líderes políticos y militares de la Administración Bush y del
Gobierno británico: ‘Pocos de los políticos que tan descaradamente proclaman
los beneficios de los drones tienen una idea de cómo funcionan’, decía en su
columna.
’’(…) ‘¿Cuántas mujeres y niños han visto ustedes incinerados por un misil
Hellfire?’, preguntaba a quienes tanto reivindican la precisión de los disparos
de los drones. ‘¿Cuántos hombres han visto arrastrarse a través de un campo,
tratando de llegar a la comunidad más cercana para obtener ayuda mientras se
desangraba, con sus piernas cortadas?’.
’’‘Yo sí he visto de primera mano’, dice.
’’‘Nunca he estado físicamente en Afganistán pero lo vi con gran detalle en un
monitor durante días y días. Conozco bien la sensación que se experimenta
cuando ves a alguien morir, es horroroso. Y cuando uno está expuesto a ello se
termina convirtiendo como un pequeño video empotrado en la cabeza que se repite
y se repite, provocando un gran dolor psicológico. Los operadores de drones son
víctimas no sólo de esos recuerdos inquietantes sino también de la culpa, de la
inseguridad sobre la identificación de las víctimas’.
’’(…) En la medida en que ni los talibán ni las milicias de Al Qaeda utilizan
uniforme ni habitualmente tampoco ropa o distintivos particulares, esa es la
única forma para seleccionar los objetivos, que sean varones ‘en edad de
combatir’ y que estén armados.
’’Estados Unidos hace así caso omiso a que en zonas tribales de Yemen, Pakistán
o Afganistán, las armas son habituales e incluso disparar con ellas al aire en
bodas y otros festejos. Como son habituales las asambleas entre hombres en una
aldea o comunidad, las tradicionales ‘jirgas’.
’’La mayoría de las víctimas civiles de los ataques con drones son causadas por
esa forma en que las fuerzas estadounidenses pretenden detectar ‘potenciales
enemigos’ cuando no tienen fuentes confiables sobre el terreno para
proporcionarles objetivos con nombre y apellido.
’’‘En el pasado, todos los habitantes de Wessab conocían sobre Estados Unidos
basado en mis maravillosas experiencias allí. La amistad y los valores que
experimenté y describí a los aldeanos a mi vuelta ayudaron a que ellos
entendieran la América que yo conocí y amé’.
’’Así comenzaba el relato del joven yemení de 23 años Farea Al Muslimi ante el
Subcomité Judicial del Senado de Estados Unidos sobre Constitución, Derechos
Civiles y Derechos Humanos en abril de 2013, audiencia a la que sólo acudieron
cinco miembros, todos ellos demócratas. ‘Ahora, sin embargo’, continuó, ‘cuando
ellos piensan en América piensan en el terror que sienten cuando los drones
sobrevuelan sus cabezas, listos para disparar misiles en cualquier momento. Lo
que antes los violentos no lograban, un ataque de drones lo consiguió en un
instante: ahora hay un intenso odio contra América en Wessab’.
’’Las declaraciones Al Muslimi, un activista social y blogger, fueron
realizadas sólo seis días después de que un drone de la CIA atacara su remota
aldea vecina, situada a nueve horas de la capital de Yemen, y matara a cinco
vecinos inocentes. Al Muslimi recorrió también otras tres localidades cercanas
castigadas igualmente por la acción de los drones.
’’Sólo en una de ellas contabilizó 40 muertos. ‘Los cuerpos estaban tan
deshechos que fue imposible diferenciar entre niños, jóvenes, mujeres, adultos
y ancianos, todos fueron enterrados como animales en una fosa común’,
testimonió.
’’Ante el subcomité del Senado, Al Muslimi dijo que ‘la muerte de civiles
inocentes por los misiles estadounidenses en Yemen está desestabilizando mi
país y crea un ambiente del que se beneficia Al Qaeda’. ‘Ellos usan la muerte
de inocentes por ataques con drones para reclutar gente, sosteniendo que
América está en contra de todos los yemeníes’.
’’Al Muslimi dijo que los civiles yemeníes no logran entender por qué son
atacados y se hacen preguntas como ésta. ‘¿Por qué Estados Unidos está tratando
de matar a una persona con un misil cuando todo el mundo sabe dónde está y
puede ser arrestado fácilmente?’.
’’(…) ‘Antes no temía a los aviones, pero ahora, cuando los veo sobrevolar, me
pregunto: ¿seré la próxima víctima?’. Así comenzaba el testimonio ante el
Congreso de Estados Unidos de Nabila Rehman, una niña de 9 años de edad del
noroeste de Pakistán, herida en uno de los ataques estadounidenses con drones
en Pakistán. Sucedió en una pequeña localidad, en Ghundi Kala.
’’Nabila vio impotente a pocos metros de distancia cómo el cuerpo de su abuela,
Mamana Bibi, de 68 años, quedaba totalmente destrozado tras ser alcanzada por
el misil de un avión no tripulado. Su hermano Zubair, de 13 años resultó
también herido en el ataque como ella. Zubair lo narró así: ’’Cuando el avión
no tripulado lanzó el primer ataque, la tierra tembló y se levantó un humo
negro. Se sentía en el aire un olor tóxico. Corrimos, pero minutos más tarde el
avión volvió a disparar. La gente del pueblo acudió a ayudarnos y nos llevaron
al hospital. Pasamos la noche sufriendo una gran agonía y a la mañana
siguiente, me operaron’.
parte del mundo la crisis económica ha llevado a sus gobiernos neoliberales a
recortar en la mayoría de los casos drásticamente los presupuestos para I+D
civil, no sucede lo mismo sin embargo con la I+D militar, que sigue en general
dotada de importantes medios para investigar y desarrollar armas cada vez más
‘inteligentes’ y autónomas.
’’Al igual que ha sucedido en el terreno de la carrera nuclear, las grandes
potencias se esfuerzan por competir en el campo de las armas ‘inteligentes’
sabiendo que en ello se juega hoy día la superioridad militar. A pesar de su
papel de vanguardia en ese sentido. ¿Que sucedería si
Washington o Nueva York fuera atacada por flotillas de cientos de drones con
explosivos lanzados contra instalaciones de alto valor estratégico?.
2015-11-30 xiaozhengm
michael kors handbags
christian louboutin shoes
nike uk
gucci outlet
coach factory outlet
cheap jordans
nike huarache trainers
ugg outlet store
michael kors outlet online
moncler jackets
coach factory outlet
nike store
nike trainers
abercrombie outlet
cheap jordan shoes
cheap toms
nike outlet
burberry outlet online
timberland boots
coach factory outlet
coach factorty outlet
michael kors
christian louboutin uk
christian louboutin outlet
true religion jeans
nike roshe run women
michael kors
longchamp outlet
hollister uk
ugg boots
jordan shoes
nike air max
nike free runs
louis vuitton
mcm outlet
adidas uk
christian louboutin outlet
michael kors outlet
michael kors handbags
adidas shoes
Obama no se merecia el premio nobel de la paz,de la misma manera de las que no se lo merecia el reaccionario de Kissinger,también habría que hacer una campaña para quitarle el Nobel a Kissinger,Obama es 1 boy scout al lado de Kissinger,para cuando Atilio comenta las investigaciones de corrupción al vice presidente Amado Boudou??? y los soldados ucranianos asesinados x los rebeldes pro-rusos?? culpara a la CIA de sus muertes?
¡Pero profesor! ¿No era que la violencia es la partera de la historia? Lo dijo el famoso filósofo alemán de Treveris, que usted sige con unción.
Ah, claro, perdone. Eso sólo se justificaba en la izquierda.