Así lo señalan analistas como el politólogo argentino Atilio Borón, para quien «la visita de Pelosi a Taiwán es un capítulo de esta estrategia de provocación que EEUU aplicó en Rusia y que terminó la operación militar especial en Ucrania».
«Acá estamos viendo el capítulo siguiente que es tratar de estimular el separatismo de Taiwán pese a que es parte de la China continental. Esta es una provocación más como en Ucrania lo fue la tentativa de poner bases de la OTAN en una región fronteriza con Rusia, esto generó esa guerra y EEUU provoca a China para que reaccione militarmente», dijo a Sputnik.
El también sociólogo, profesor de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), dijo que tanto la situación en Ucrania como la de Taiwán tienen un «común denominador», que es que «ambos países se desangren en guerras para quedar debilitados y ser fácil presa de EEUU».
«El objetivo de EEUU es mantener su hegemonía», sentenció.
El 2 de agosto, Pelosi llegó a Taipéi en el marco de su gira asiática, pese a fuertes advertencias por parte de Pekín y las exigencias de cancelar la visita.
La congresista dijo que su país debe respaldar a Taiwán, y que su visita a la isla debe ser vista como una firme señal en ese sentido.
La Cancillería china condenó enérgicamente la visita, calificándola de una «importante provocación política,» y aseguró que tomará «todas las medidas necesarias para proteger decididamente la soberanía estatal y la integridad territorial».
Los vínculos entre China y la isla de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago.
Las relaciones entre Taiwán y la China continental se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.
La política fundamental del Gobierno chino respecto a Taiwán es la reunificación pacífica bajo el principio «un país dos sistemas».
Rusia
Borón explicó que la estrategia contra Rusia nació con un documento elaborado en 2019 por la Corporación RAND, la cual se autodefine como una organización de académicos que plantean políticas, es concebida por algunos medios como el think tank (centro de estudios) más poderoso de EEUU y su oficina central se encuentra en California (oeste). El informe se llama «Sobreextender y desequilibrar a Rusia».
«El informe da todos los pasos que EEUU tiene que seguir para que Rusia se meta en una guerra en Ucrania. Uno de los capítulos militares de ese informe dice textualmente que una de las maneras de provocar esto es instalando armas nucleares de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte] en Ucrania. Más claro, imposible», afirmó Borón.
En el informe se examina «exhaustivamente las opciones no violentas y costosas» que «EEUU y sus aliados podrían seguir en áreas económicas, políticas y militares para tensionar, sobreextender y desequilibrar, la economía y las fuerzas armadas de Rusia».
Algunas de las acciones que propone son: expandir la producción de energía de EEUU, imponer sanciones «más profundas» en contra de Rusia, fomentar la emigración de Moscú de mano de obra calificada, «proporcionar ayuda letal» a Ucrania y promover la «liberación en Bielorrusia».
«Proporcionar ayuda letal a Ucrania explotaría el mayor punto de vulnerabilidad externa de Rusia. Pero cualquier aumento en las armas militares de EEUU y el asesoramiento a Ucrania tendrían que ser cuidadosamente calibrados para aumentar los costos para Rusia de mantener su compromiso existente sin provocar un conflicto mucho más amplio en el que Rusia, debido a la proximidad, tendría ventajas significativas», se afirma en el informe.
El documento de la Corporación RAND sigue publicado en su página web y cuando se accede al mismo se ve una nota del editor, de abril de este año, en la que manifiesta que «entidades de los medios de comunicación estatales rusos y las personas que simpatizan con la decisión de (Vladímir) Putin de invadir Ucrania han tergiversado esta investigación en las últimas semanas».
Ucrania
Borón consideró que el conflicto en Ucrania no cesa «porque EEUU no quiere».
«EEUU es el verdadero patrón de la OTAN, porque como organización europea no existe, es una pantalla, un simulacro, esto lo ha dicho muchas veces el [periódico The] New York Times, que el que está detrás de la OTAN es el Pentágono. EEUU no quiere suscribir un tratado que le ha sido propuesto mediante el cual se compromete a no instalar ningún equipo o tropa en Ucrania. La OTAN no ha querido porque EEUU no quiere, su objetivo es desangrar a Rusia», denunció.
A finales de 2021, el Ministerio de Exteriores de Rusia publicó sus propuestas para la alianza atlántica sobre las garantías de seguridad en Europa, en las que, en particular, instaba a Washington a renunciar recíprocamente al despliegue de armas nucleares fuera del territorio nacional y repatriar las ya emplazadas.
Además, planteaba a la alianza atlántica que volviera a las posiciones de 1997, se comprometiera a parar la expansión del bloque hacia el este y excluyera el ingreso de las naciones de la antigua Unión Soviética, sobre todo Ucrania.
El 26 de enero, EEUU y la OTAN presentaron sus respuestas por escrito a la iniciativa de Rusia.
Putin señaló el pasado 1 de febrero que la otra parte había ignorado las preocupaciones fundamentales de Moscú.
La OTAN, según él, engañó a Rusia diciendo que no se expandiría hacia el este y sus documentos no dicen nada de la política de puertas abiertas, por lo que podría negarse a admitir a Ucrania.
Rusia lanzó una operación militar en Ucrania el 24 de febrero tras haber recibido la petición oficial de las Repúblicas de Donbás para proteger a las personas que han sido sometidas a abusos y al genocidio del régimen de Kiev durante ocho años.
El presidente ruso, Vladímir Putin, explicó que el objetivo es «desmilitarizar y desnazificar a Ucrania» y llevar a juicio a todos los responsables de los crímenes de guerra cometidos contra la población civil en Donetsk y Lugansk.
China
Por otro lado, Borón señaló que hay varios documentos, realizados en EEUU, donde se caracteriza a China como su «mayor amenaza».
«Este viaje [de Pelosi] es una respuesta a una definición que hizo EEUU cuando en los últimos documentos del Pentágono, del Consejo de Seguridad, de la CIA [Agencia Central de Inteligencia], China pasó a ser calificada como país enemigo, antes era considerada un competidora, una adversaria pero ahora ha ascendido de categoría figurativamente hablando. EEUU considera a China como la mayor amenaza «, expresó.
Sostuvo que Whashington está tratando de que se orqueste una «guerra» en Taiwán y para ello está impulsando una alianza con Australia, Reino Unido y Japón en contra de China «suponiendo estúpidamente de que Pekín va a entrar a esa guerra y se va a desangrar».
«China va a ser muy cautelosa. Si llegara a haber una guerra en Taiwán, no sé cómo EEUU la libraría, porque a 9.000 kilómetros y por más que una flota tenga, los expertos norteamericanos son muy escépticos acerca de librar una guerra en la puerta de China. Ellos dicen que será una locura que podría terminar muy mal», indicó.
El 2 de junio, el Gobierno chino reclamó a EEUU que no convierta al gigante asiático en un «enemigo imaginario», precisó que Pekín respeta «la forma en que Washington desarrolla sus propias capacidades» y advirtió de que estas no deben interferir en los asuntos internos de ni dañar los intereses del país.
Esta declaración se produjo luego de que, el 26 de mayo, el el secretario de Estado (canciller) estadounidense, Antony Blinken, dijo que su país busca liderar un bloque internacional que se oponga a la «invasión rusa de Ucrania» y que sirva para contrarrestar lo que considera una amenaza «más seria» a largo plazo para el orden mundial: China.
«Aunque la guerra del presidente Putin continúe, seguiremos centrados en el desafío más grave a largo plazo para el orden internacional, que es el que plantea la República Popular China», dijo Blinken.
Felicidades.