Evo Morales y los pueblos originarios: ¿a quién beneficia la ruptura de esa alianza?
octubre 2, 2011

Hay un gran debate en torno a la marcha de los pueblos originarios amazónicos en contra del gobierno de Evo Morales en rechazo a la proyectada construcción de una carretera que atravesaría el «Territorio indígena y parque nacional Isiboro Sécure», más conocido como TIPNIS. Como es bien sabido, esa marcha fue reprimida por la policía, pero sin que mediara una orden de hacerlo por parte del Ejecutivo boliviano. Alguna operación fue realizada para destruir la relación entre Evo y los indígenas bolivianos. Hay una investigación en curso y Evo, que en un gesto sin precedentes pidió perdón por la represión, declaró que en pocos días más se va a saber quién dio la orden de reprimir. Para documentar este asunto posteamos dos notas: una que habla sobre al siniestro papel que están cumpliendo algunas ONGs al servicio del imperialismo para desestabilizar al gobierno de Evo, y otra en donde, desde la izquierda, se denuncia la actuación de su gobierno como una traición a los ideales que animaron su llegada al poder.

Bolivia : las ONG equivocadas respecto a Morales y la Amazonía
Federico Fuentes

(Traducido por Germán Leyens)

Original: Bolivia: NGOs wrong on Morales and Amazon

Declaraciones, artículos, cartas y peticiones han estado circulando en Internet durante el pasado mes pidiendo un fin a la “destrucción de la Amazonía”. El objetivo de esas iniciativas no han sido las corporaciones transnacionales ni los poderosos gobiernos que las respaldan, sino el gobierno del primer presidente indígena de Bolivia, Evo Morales. Al centro del debate está la controvertida propuesta del gobierno boliviano de construir una carretera a través del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

El TIPNIS, que cubre más de 1 millón de hectáreas de bosques, obtuvo el estatuto de territorio indígena del gobierno de Evo Morales en 2009. Cerca de 12.000 personas de tres grupos indígenas diferentes viven en 64 comunidades dentro del TIPNIS. (Clic en Más información para continuar)

El 15 de agosto, representantes de la Subcentral del TIPNIC que une a esas comunidades, así como a otros grupos indígenas, iniciaron una marcha a la capital, La Paz, para protestar contra el plan de la carretera.
Se han iniciado peticiones inerncionales declarando su apoyo para esta marcha y condenando al gobierno de Morales por debilitar los derechos indígenas.
La gente del TIPNIS tiene preocupaciones legítimas sobre el impacto de la carretera. Tampoco cabe duda de que el gobierno haya cometido errores en su manejo del tema.
Por desgracia, peticiones como la iniciada por el grupo de lobby internacional Avaaz y una carta del 21 de septiembre a Morales, firmada por más de 60 grupos ecologistas, en su mayoría de afuera de Bolivia, distorsionan los hechos y dan una dirección errónea a su ataque.
Podrían, sin quererlo, ayudar a los oponentes a la lucha global por la justicia climática.
Avaaz advierte que la carretera permitiría “que empresas extranjeras se repartan la Amazonía: …disparará aún más la fiebre depredadora sobre una de las selvas más importantes del mundo”. Pero no menciona que la destrucción ya tiene lugar en el área, en algunos casos con la complicidad de comunidades indígenas locales.
Por otra parte, el gobierno de Morales ha prometido introducir una nueva ley, en consulta con comunidades dentro del TIPNIS, para agregar nuevas protecciones para el parque nacional.
La ley propuesta fijaría penas de cárcel de entre 10 y 20 años por asentamientos ilegales, el cultivo de coca o tala de árboles en el parque nacional.
Avaaz también afirma que “inmensos intereses económicos” motivan el apoyo de Morales a la carretera. Pero Avaaz omite los beneficios que una carretera semejante (pase finalmente o no por el TIPNIS) producirá para Bolivia y sus pueblos.
Por ejemplo, esa carretera de 306 kilómetros que vincula los departamentos de Beni y Cochabamba (y solo una parte pasa por el TIPNIS) expandiría el acceso a la atención sanitaria y a otros servicios básicos para comunidades locales aisladas que ahora viajan días enteros para recibir atención médica.
La carretera también permitiría a productores agrícolas locales un mayor acceso a los mercados para vender sus productos. Actualmente, tienen que pasar por Santa Cruz hacia el este antes de poder transportarlos hacia el oeste.
En vista del estatus de Beni como el mayor departamento (estado) productor de carne, eso rompería el control que tienen los mataderos basados en Santa Cruz sobre la imposición de precios de la carne.
La carretera también permitiría que el Estado ejerciera su soberanía sobre áreas remotas, incluidas algunas donde tienen lugar talas ilegales.
Son hechos como estos los que han convencido a más de 350 organizaciones bolivianas, incluidas muchas de las organizaciones sociales que han dirigido las inspiradoras luchas del país contra el neoliberalismo, a apoyar la carretera propuesta.
Numerosas organizaciones y comunidades indígenas (incluso dentro del TIPNIS) apoyan la carretera. Es por lo tanto falso describir lo que ocurre como una disputa entre el gobierno y la gente indígena.
Tampoco es un simple conflicto entre partidarios del desarrollo y defensores del medioambiente.
Todas las partes en la disputa quieren mayor desarrollo y una mejora del acceso a los servicios básicos. Lo que está en juego es cómo el segundo país más pobre en América, ante una intensa presión de gobiernos más poderosos y fuerzas corporativas, puede enfrentar las necesidades de su pueblo mientras protege el medio ambiente.
Considerando este hecho, seguramente tiene más sentido que los que deseen defender el proceso de cambio de Bolivia apoyen pasos hacia el diálogo, en lugar de profundizar las divisiones.
Se puede ejercer una crítica legítima del manejo por parte del gobierno del proceso de consulta. Pero la petición de Avaaz y la carta de grupos ecologistas simplemente ignoran los repetidos intentos del gobierno de iniciar discusiones con los manifestantes.
La mitad de los miembros del gabinete ministerial de Morales, junto con muchos viceministros y jefes de instituciones estatales, han viajado a la ruta de la marcha para hablar con los manifestantes.
Los peticionarios no mencionan el compromiso público del gobierno de Morales de realizar un proceso de consulta dentro del marco de la constitución boliviana, aprobada por el pueblo en 2009. Tampoco mencionan su oferta de que el proceso de consulta sea supervisado por observadores internacionales seleccionados por los propios manifestantes.
El gobierno también se ha mostrado abierto a discutir la factibilidad económica y medioambiental de cualquier ruta alternativa que pueda soslayar el TIPNIS. Hasta ahora no se ha presentado una alternativa semejante.

Como resultado de estas iniciativas, una serie de comunidades del TIPNIS que se habían sumado a la marcha, así como representantes de la Asamblea del Pueblo Guaraní, han decidido volver a casa. Mantendrán las discusiones con el gobierno.
Lamentablemente, los oponentes cruciales del proceso de consulta propuesta están entre los dirigentes de la marcha, que incluye a organizaciones basadas fuera del TIPNIS.
Esas organizaciones fueron también los principales proponentes de otras 15 demandas presentadas al gobierno el día del inicio de la marcha.
Muchas de esas demandas son legítimas, pero es alarmante que algunas de las demandas más peligrosamente retrógradas hayan sido ignoradas o descartadas por grupos medioambientales internacionales.
Por ejemplo, la carta a Morales presenta preocupaciones respecto a la declaración del presidente boliviano de que “la perforación petrolera en el Parque Nacional Aguaragüe ‘no será negociada’”
Esos yacimientos representan un 90% de las exportaciones de gas de Bolivia y constituyen una fuente vital de fondos que el gobierno de Morales ha estado utilizando para encarar la pobreza y desarrollar la economía de Bolivia.
El hecho de que el grueso de los ingresos del gas esté controlado por el Estado boliviano en lugar de por corporaciones transnacionales es el resultado de años de luchas de las masas bolivianas, que creen legítimamente que este recurso debe ser utilizado para desarrollar su país.
Las preocupaciones de las comunidades locales deben ser, y han sido, tomadas en consideración. Pero el hecho de que Bolivia cerrara esta fuente de ingresos tendría consecuencias dramáticas para el pueblo de una de las naciones más pobres de América.
Sería, sin exagerar, un suicidio económico.
Inicialmente, los manifestantes también demandaban la interrupción de la extracción de gas en Aguaragüe. Han dado un paso atrás en esto y ahora se concentran en la cuestión del bloqueo de pozos petrolíferos en desuso debido a la contaminación que podría causar a suministros locales de agua.
De la misma manera, ninguna de las declaraciones en Internet menciona el apoyo de los manifestantes al Programa de Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD, por sus siglas en inglés).
REDD es un programa burdamente antiecológico de las Naciones Unidas que apunta a privatizar bosques convirtiéndolos en “bonos de carbono” que permiten que los países ricos desarrollados sigan contaminando.
Algunos de los mayores proponentes de esta medida se encuentran entre las ONG que promueven la marcha. Muchas de ellas han recibido financiamiento directo del gobierno de EE.UU., cuyo embajador en Bolivia fue expulsado en septiembre de 2008 por apoyar un intento de golpe derechista contra el gobierno elegido de Morales.
En lugar de defender la soberanía de Bolivia contra la interferencia de EE.UU., la carta denuncia al gobierno boliviano por sacar a la luz las conexiones entre los manifestantes e “intereses oscuros”.
Esos “intereses oscuros” incluyen a la Liga por la Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA), que se estableció con fondos del gobierno de EE.UU. Sus patrocinadores incluyen a la agencia de ayuda del gobierno de EE.UU., USAID, y a la Fundación Konrad Adenauer que frecuentemente financia acciones contra gobiernos como Cuba a los que se oponen EE.UU. y gobiernos europeos.


Cables diplomáticos secretos de EE.UU., publicados recientemente por WikiLeaks y archivos desclasificados del gobierno de EE.UU. han mostrado concluyentemente que USAID apunta directamente a comunidades indígenas en un intento de apartarlas del apoyo a Morales y para que apoyen intereses estadounidenses.
Detrás de esos intereses muy reales yace una campaña de naciones ricas y grupos ecologistas conservadores de promover políticas que representan una nueva forma de “imperialismo verde”.
Después de siglos saqueando los recursos de otros países, aniquilando poblaciones indígenas y creando una espantosa crisis ecológica, los gobiernos de las naciones ricas utilizan ahora las preocupaciones medioambientales para promover políticas que niegan a naciones subdesarrolladas el derecho a controlar y administrar sus propios recursos.
Si se salen con la suya, esos grupos reducirán a los pueblos indígenas a simples “guardabosques”, pagados por países ricos para proteger áreas limitadas, mientras las corporaciones multinacionales destruyen el medioambiente en otros sitios.
La mayoría indígena de Bolivia ha elegido un camino muy diferente. Apunta a crear un nuevo Estado en el cual no los sigan marginando o tratando como grupos minoritarios que requieren protección especial.
Aliados a otros sectores oprimidos, quieren dirigir su país en función del beneficio colectivo de la mayoría.
Las masas bolivianas han arrebatado exitosamente el poder gubernamental a las elites tradicionales, han conquistado el control sobre el gas y otros recursos, y han adoptado una nueva constitución.
Se han cometido errores, y son probables en el futuro. Pero son los errores de un pueblo de un país pequeño, sin salida al mar y subdesarrollado, que combate contra constantes ataques imperialistas.
Clave para la lucha de los pueblos bolivianos es el frente mundial por la justicia climática, en el cual Bolivia juega un papel vital de liderazgo.
Un ejemplo fue la Cumbre de los Pueblos sobre el Cambio Climático, con la participación de 35.000 personas, organizada por el gobierno de Morales en Cochabamba en abril de 2010.
La declaración final identificó a los países desarrollados como “causa principal del cambio climático”. Insistió en que esos países deben “reconocer y asumir su deuda climática”, redirigiendo fondos de la guerra a la ayuda a naciones más pobres a desarrollar sus economías “para producir bienes y servicios necesarios para satisfacer las necesidades fundamentales de su población”.
Para lograr eso, el movimiento internacional por la justicia climática debe concentrar sus esfuerzos en forzar a las naciones ricas a aceptar sus responsabilidades.
El movimiento global debe rechazar explícitamente la intervención imperialista en todas sus formas, incluidas las políticas de “imperialismo verde” de las ONG financiadas por EE.UU.
Solo a través de una campaña semejante podemos apoyar los esfuerzos de países más pobres para planificar un camino de desarrollo que respete el medio ambiente.
Por desgracia, Avaaz y las organizaciones que han firmado la carta contra Morales dejan libres de responsabilidades a los verdaderos culpables.
Su campaña debe ser rechazada por todos los ecologistas y antiimperialistas que luchan por un mundo mejor.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=136474

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La visión alternativa la propone el siguiente artículo:


Territorio indígena y parque nacional Isiboro Sécure:

El final de la ilusión y el advenimiento de lo Nuevo
Gustavo Soto Santiesteban
1.                  El TIPNIS es un Parque Nacional, un Área Protegida y es un Territorio Indígena, es decir tiene un triple nivel de protección jurídica (ley del Medio Ambiente) y Constitucional. El Parque Nacional nace con el Decreto Ley 07401 del 22 de noviembre de 1965. En sus considerandos señala “La necesidad de conservar las cuencas hidrográficas, las nacientes de los ríos para la navegación, la riqueza de los recursos naturales y la belleza escénica, que podrían ser afectadas por la construcción de un camino siguiendo el borde del pie de monte y por la colonización”.
2.                  La nula institucionalidad del estado boliviano ayer, y hoy –nacionalista, Neoliberal y Evista – ha omitido este decreto y ha favorecido y permitido varias y sucesivas invasiones de ese parque para fines de cultivo de hoja de coca (década de los 80’s) de exploración petrolera (desde los 60’s).La colonización para  el monocultivo de la hoja de coca que implica uso intensivo del suelo y de de agroquímicos.ya ha destruido una parte significativa del parque y un escenario con carretera es absolutamente catastrófico.  (cf. Infra). al monocultivo;
3.                  En el contexto regional y nacional el TIPNIS tiene una enorme importancia ambiental porque es el área que regula el espacio biogeográfico de piedemonte y la amazonia; tiene funciones claves para la regulación, distribución y almacenamiento de los flujos hídricos naturales y del sistema en general. Asimismo, contiene áreas fundamentales de conservación: piedemonte y pampas, con un altísimo valor de conservación (por ejemplo, los humedales críticos de la pampa beniana). Sus recursos naturales derivados de biodiversidad están en buen estado y preserva varias especies endémicas (por ejemplo, el ciervo del pantano).  Esta situación, es resultado de la presencia de un modelo socio – económico sostenible adaptativo a los ecosistemas y a la dinámica ambiental: El modelo indígena  que,  a diferencia de otras regiones del país, permite un  alto grado de seguridad alimentaria y un  grado menor de articulación a lógicas productivistas del mercado local.
4.                  Existen un  contratos petrolero ley 3672 23/04/2007 “Área de exploración Rio Hondo” firmados con PETROBRAS BOLIVIA  50% y TOTAL E&P BOLIVIE 50%, por 30 años a partir del 2007, abarca   1 millón de ha,  en los departamentos de Beni, Cochabamba, La Paz y afecta también al TIPNIS por  el noroeste. 
5.                  SIN consulta libre, previa, informada de buena fe  y orientada al consenso, este gobierno firmó un contrato “llave en mano” con  un sobreprecio de más de 100 millones de dólares con OAS, para atravesar  el corazón del TIPNIS, el año 2008 y se endeudó con el BNDES por  332 MM de $us el 2009 con el padrinazgo de Lula que “inauguró este proyecto en el Chapare junto a Evo el año 2009.
6.                  Este breve recuento permite entender por qué el  29 ª  Encuentro Extraordinario de Corregidores del Territorio Indígena y Parque  Nacional Isiboro Sécure Autónomo de los Pueblos Indígenas Moxeño, Yuracaré y Chimán decidió  Rechazar contundente e innegociablemente la construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos o todo trazo carretero que afecte nuestro territorio, nuestra Casa Grande”, -18/V/2010, a unas semanas  de la CMPCC[1] Bolivia.  En esto consiste su “propio” desarrollo como lo estipula la declaración de NNNUU sobre Derechos de los pueblos indígenas o como lo dice la Constitución – y la ya fallida retórica for export del gobierno-  este es su Buen Vivir/Vivir Bien, su Loma Santa, la Casa Grande de los pueblos del TIPNIS. Esa decisión comunitaria es ratificada en el 30ª Encuentro realizado a fines de Julio de este año, donde el sistema de rotación dirigencial cambia los lideres (Fernando Vargas por Adolfo Moye) y mantiene la decisión de luchar por la defensa del parque a través del método histórico y radicalmente pacífico de los pueblos de las tierras bajas boliviana: La Marcha por el Territorio y la Dignidad, donde marcha toda la comunidad padres, madres abuelos y abuelas. Como gravante: el Informe de Evaluación Ambiental Estratégica 2011,  encargado por el Gobierno presentado ante esa Asamblea, anota los grandes riesgos de la construcción de esa carretera, de la penetración cocalera y de la exploración petrolera.
Nuestro Gran Hermano
1.                  La Iniciativa IIRSA –lanzada por FH. Cardozo y los gobiernos neoliberales de fines del los 90- para integrar la región a la globalización capitalista, con enormes inversiones en energía, transportes y comunicaciones, ha sido retomada por la UNASUR bajo el nombre de COSIPLAN, (2011)  con el agravante de su aceleración a cargo de  gobiernos “progresistas y revolucionarios” bajo la batuta del  Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) del Brasil.  El  BNDES es el  banco estratégico para la constitución de oligopolios y la internacionalización de las corporaciones  brasileras (Odebrecht, Andrade Gutiérrez, OAS entre otras) El 2010, prestó   R$ 162 billones;  más que la CAF, El  BID y  el  Banco Mundial   juntos.
2.                  En Bolivia, el apetito brasilero no se restringe al gas, sino también abarca carreteras,  represas, inversiones en agroindustria.   Así por ejemplo,  el Complejo Hidroeléctrico del Río Madera, cuatro represas que le bridará a la industria brasilera la posibilidad de contar con casi 10 mil MW(Megawatt).   Dos estas cuatro represas se construirán en territorio boliviano.  Una de ellas, Cachuela Esperanza  generará energía a $us. 65 MW / hora: 3 veces el costo actual en el sistema interconectado de Bolivia ($us 20 ) y 50% más alto que el costo de producción de Jirau ($us. 43 MW /hora).  El área inundada (al menos  1000 Km2) será casi dos veces más grande que las áreas inundadas por Jirau y Santo Antonio juntas y,  generará solamente la tercera parte de su energía.  Contribuirá al calentamiento global  generando más gases de efecto invernadero y no responderá  a las urgentes  necesidades energéticas de las poblaciones del norte boliviano. Aumentará la deuda externa hacia el Brasil en 2 mil  millones de dólares[2], convirtiendo a este país en nuestro acreedor principal.   Los expertos sospechan que Cachuela Esperanza es una represa destinada sobre todo a retener el sedimento, en el lado boliviano,  para que las del lado brasilero,  Jirau y Santo Antonio tengan mayor vida útil.  
3.                  Este es el interés mayor brasilero y no tanto así la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.  Esta ruta es parte secundaria del   Corredor Norte en su Eje Perú – Brasil – Bolivia, que vincula  la Amazonía boliviana y el estado de Rondonia en Brasil con el  Pacífico.  Esta carretera es  el costo del apoyo político de Lula al gobierno de Evo Morales en su primera gestión cuando era asediado por la derecha separatista, para la implementación de la represa de Cachuela  Esperanza Esa hipótesis tiene algunos fuertes indicios recientes vinculados a la llegada de Lula la semana pasada por los buenos oficios de la empresa constructora brasileña OAS, a la que también se acusa de sobreprecios ( 1km =1.300 MM usd). Cuanto será la cifra de la corrupción – y del fortalecimiento de las clientelas políticas-  en caso de la construcción de  Cachuela “Esperanza”?.
¿Aceptaría Ud., sin protestar,  que pase un tractor por medio su jardín?
En esa suerte de último Jardín, el TIPNIS,  confluyen los poderes del narcotráfico creciente en Bolivia -que requiere de zonas de  expansión de cultivos de  coca-, los intereses  de las transnacionales  petroleras; los apetitos de  tierras de la clientela política del Evismo y  la  geopolítica regional de la potencia emergente brasilera.  Dada esa pavorosa correlación de fuerzas,  se consideraría  insensato que 63 comunidades ribereñas de los ríos Isiboro, Ichoa, Secure, –menos de 10.000 personas de 3 culturas amazónicas-   se hayan puesto a luchar por el cumplimiento  sus Derechos Colectivos y los de la Madre Tierra además de reconocidos por leyes, constitucionalizados en la nueva CPEP de 2009.   Parecía  aún menos probable que en un menos de año de reuniones, foros, entrevistas hayan logrado,  los hombres y mujeres del TIPNIS, representados por Adolfo Moye, joven violinista Mojeño,  visibilizar  el problema, articular aliados urbanos,   convencer a los otros pueblos amazónicos, superar la cooptación política del MAS a sus dirigencias y empezar esta  octava Marcha es decir por su Modo de Vida, ancestral,  en el calendario indígena boliviano, y la primera por el nuevo paradigma alternativo mundial.  Es también extraordinario el rol de las mujeres indígenas como motor y vocería de la marcha: Justa Cabrera, Yeni Suarez, Nelly Romero, por nombrar apenas tres.  Es novedoso y esperanzador,   el lento pero incesante apoyo de mujeres jóvenes urbanas, unas decepcionadas del gobierno y otras recién llegadas a la vida política desde una sensibilidad ecológica auténtica, muchas de ellas  participantes  de la CCMP de 2010.
Frente a esta demanda de autenticidad y coherencia entre  discursos y  leyes con las prácticas, frente  a su desenmascaramiento creciente,  el gobierno empezó insultando a las mujeres indígenas, ordenando  a sus cocaleros a “enamorarlas para convencerlas” …  de aceptar la violación de su territorio. Luego, recurrió al viejo expediente  de la guerra psicológica: calumnia, intimidación y pinchazos telefónicos,  acoso a dirigentes, amenazas a  organizaciones de la sociedad civil,  a los gringos, e inclusive a la extinta derecha política casi desparecida del mapa electoral local y nacional. Recurrió hace tres semanas a mover sus grupos de choque colonizadores para bloquear la Marcha que sumaba personas y cercarla en Yucumo.    El gobierno  intentó dividir la marcha sectorializando las demandas, que todas confluyen el corazón de la autodeterminación:  el Territorio y la Consulta. Las últimas semanas  recurrió con mucha torpe e infructuosamente al paralelismo de la representación indígena para montar “consultas” desprovistas de la menor  credibilidad.  Los media docena de viajes de los ministros a la marcha, para plantear en todos los tono el ultimátum de Evo que “sÍ o sÍ” se hacia la carreta partiendo el TIPNIS, sirvieron únicamente para preparar el escenario a la intervención policial, pues “demostraban” que la marcha era política, intransigente. El día sábado montaron un show para denunciar un secuestro del canciller y así justificar la represión, En menos de una hora se supo que las mujeres indígenas obligaron a caminar a Choquehuanca delante de la marcha para abrirles el  paso de uno de los dos anillos de policías. El domingo mientras se preparaban a compartir la comida, fueron cercados, gasificados, apaleados, arrastrados, La brutalidad anti-indígena y anti – femenina está en cientos de webs, y señalan el fin de la impostura del Evismo.
Pero además hay un momento epistemológico fundamental en estos días: Coraite, el máximo ejecutivo de la  CSUTCB – que agrupa a una mayoría campesina andina-   enunció con  sorpresa  que no entendía por qué los del TIPNIS querían seguir viviendo como salvajes y rechazaban el desarrollo.   Hizo el mayor aporte a las ciencias sociales bolivianas,  demostrando que el racismo y colonialismo son un continuum de posiciones  y no una binaria y elemental contradicción, que el mito del desarrollo propagado hace siglos por “izquierdas” y derechas es la mentalidad dominante en el “Estado Plurinacional” y el TIPNIS alumbra nuevos horizontes.
****


[1] Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, 22 de Abril 2010 Cochabamba,
[2]  Nunca se sabe el precio final de una represa…

3 Comentarios

  1. Anónimo
  2. Anónimo

    Hola Atilio,
    mi nombre es Leonardo e integro la agrupación que fundó y actualmente coordina FM La Bemba (www.labemba.com.ar), la única radio comunitaria del país que se emite desde un ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio , "Olimpo", en Floresta.

    En estos momentos estamos armando un nuevo programa en la radio, en formato de entrevista, que encabeza Isabel Cerruti, sobreviviente de los centros "Banco" y "Olimpo" y actual coordinadora del Programa de Recuperación de la Memoria Histórica del ex Olimpo. Osvaldo Bayer, Estela de Carlotto y Norberto Galasso ya fueron entrevistados, y estamos organizando con Raúl Zaffaroni y Jorge Rivas, entre otros.

    Realmente nos gustaría muchísimo tenerlo/a a usted en el piso para grabar. La conversación girará en torno a la defensa de los DDHH, la resignificación de los espacios de memoria, la trayectoria del entrevistado/a, entre otros.

    Ojalá le interese participar. Espero su respuesta.

    Desde ya, muchas gracias.

    Leonardo Fernández Camacho
    Agrupación Venas Abiertas
    en Mesa de Trabajo y Consenso del ex CCDTyE "Olimpo"

    Responder
  3. Javier

    Atilio, me alegro que estes de vuelta tras el hackeo de tu pagina. Buena suerte ante los que no entienden lo que significa libertad de expresion y no aceptan un discurso crítico.

    Responder

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Sobre el Autor de este Blog

Atilio Alberto Borón (Buenos Aires, 1 de julio de 1943) es un politólogo y sociólogo argentino, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard. Actualmente es Director del Centro de Complementación Curricular de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Avellaneda. Es asimismo Profesor Consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e Investigador del IEALC, el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe.

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