¿Después del bombardeo qué?
junio 23, 2025

Publicada en Página/12

En una movida que dice mucho acerca de la irracionalidad e improvisación que prevalecen en estos días en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ordenó bombardear tres instalaciones subterráneas donde supuestamente Irán estaba a punto de producir su bomba atómica. Esta deplorable decisión confirma la tesis de Jeffrey Sachs que sostiene que la política exterior de Estados Unidos hacia Medio Oriente no la hace la Casa Blanca sino Tel Aviv. Como lo expresara en mi posteo en la red X Estados Unidos es el matón descerebrado y brutal que hace lo que el gobierno de Israel le ordena, aunque como comentan los principales analistas del establishment de política exterior de Estados Unidos, esa movida vaya en detrimento de los intereses a largo plazo de la declinante superpotencia.

Son varias las hipótesis que podrían formularse para comprender esta nefasta conducta. Una: la extraordinaria gravitación del lobby sionista dentro de Estados Unidos, en las más diversas áreas de la economía, la sociedad y la cultura de ese país, desde Wall Street en la costa este hasta Hollywood en la costa oeste. Dos, la articulación entre el complejo militar industrialque siempre necesita guerras para vender sus productos, y la dirigencia política estadounidense. Sin guerras no hay ganancias, y los políticos estadounidenses no pueden financiar sus costosísimas campañas políticas sin las donaciones de las multimillonarias oligarquías empresariales. Tres, una decisión que Trump tuvo que tomar a pesar suyo a pedido de su amigo Netanyahu para abrir una vía diplomática porque la famosa Cúpula de Hierro de Israel no era tan inexpugnable como decía la propaganda oficial y los misiles lanzados por Irán estaban produciendo inesperados estragos en varias ciudades de Israel como Tel Aviv, el puerto de Haifa y otras más.

Podría conjeturarse que los sabuesos de la Mossad conocen al dedillo la historia secreta de Trump y que como lo dijera Elon Musk, hay filmaciones sobre la participación del millonario neoyorquino en las picantes fiestitas que organizaba el multimillonario Jeffrey Epstein con un grupo selecto de adolescentes, todo lo cual lo torna muy vulnerable a los chantajes. Nótese que Epstein fue acusado de pedofilia y comisión de delitos sexuales varias ocasiones. Condenado, lo enviaron a la cárcel en Julio del 2019, con tan mala suerte que un mes después, el 10 de agosto, se informó que se había suicidado ahorcándose en su celda del hipervigilado Centro Correccional Metropolitano en Manhattan. Hasta el día de hoy los forenses alegan que no pueden certificar la causa de su muerte porque parece que lo ayudaron a suicidarse. Esta suma de circunstancias deja a Trump como una fácil víctima de un chantaje, y dado que tanto él como “Bibi” Netanyahu son dos gangsters para los cuales la extorsión es moneda corriente es probable que éste le haya solicitado al inquilino de la Casa Blanca un favor “que no podía rechazar”: destruir las instalaciones nucleares subterráneas de Irán, y éste accedió.

Puede haber otras hipótesis, pero el daño ya está hecho. Lo que ningún observador serio se atreve a decir es el alcance que realmente tuvieron estos ataques. ¿Se sabe a ciencia cierta que realmente llegaron hasta el fondo de las cavernas donde los científicos y técnicos trabajan en la elaboración del arsenal nuclear iraní y lo hicieron estallar? En tal caso, ¿el daño fue total o parcial? Aún más: ¿las famosas bombas antibúnker dieron en el blanco o si lo hicieron no llegaron a perforar una montaña de puro granito? En todo caso, el sólo ataque abre un período de enorme incertidumbre en la política internacional. En la edición digital del 22 de junio del Foreign Affairs uno de los mayores expertos en temas de Medio Oriente de Estados Unidos, Ilan Goldenberg, se pregunta qué viene después de los bombardeos, y su respuesta es que sin descartar una imprevista capitulación de Teherán lo más probable será que “Estados Unidos sea vea involucrado más profundamente en la guerra con consecuencias profundamente negativas.” Goldenberg cita las varias formas de retaliación a las que podría acudir Irán y le resta credibilidad a la hipótesis que la incursión de ayer podría producir un “cambio de régimen” y el derrumbe de la república islámica en Irán. Lo más probable será el endurecimiento de su gobierno y la aceleración en la carrera hacia la paridad nuclear con Israel, porque ahora el gobierno iraní hará lo mismo que Israel y no aceptará las periódicas inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica.

Otro analista internacional estadounidense, Andrew Miller, publica en la edición anterior al del día del bombardeo, que el historial de las intervenciones recientes de Washington en Medio Oriente es “un caso de estudio de catástrofes en materia de política exterior”. Irak es el ejemplo más extremo, pero los fracasos sufridos en Afganistán, Libia y Somalia también deben inscribirse en la historia de los grandes fiascos de Washington. Pese a ello sobrevive en la Casa Blanca y su entorno la absurda creencia de que un bombardeo aéreo puede conseguir una victoria estratégica y no tan sólo táctica. Aquélla requiere la presencia de tropas en el terreno y que controlen el territorio agredido, cosa que muy difícilmente podría garantizar Estados Unidos en este momento, y mucho menos Israel. Según Miller prevalece en Washington una creencia ingenua de que una victoria táctica en el terreno militar se traducirá linealmente en una derrota política y que el gobierno que suceda al derrocado será mejor, o más amigable con Washington, que su predecesor. Tanto Netanyahu como Trump han dicho que la eliminación del ayatola Alí Jamenei pondría súbito fin a la guerra y allanaría el camino para un acuerdo diplomático, lo cual es un error de mayúsculas proporciones.

Para concluir, con sus ataques tanto Israel como Estados Unidos ratifican su condición de “estados canallas”, violatorios de la legalidad internacional y de la Carta de la ONU, lo cual los convierte en agentes moralmente descalificados y desprestigiados en su pretensión de ser los heraldos de la lucha contra el “terrorismo internacional” o del difunto “orden mundial basado en reglas.” Segundo, la agresión “preventiva” de Tel Aviv contra Irán, que no tiene las armas nucleares que sí tiene Israel, y el bombardeo estadounidense acelerarán la carrera armamentista de muchos países del Sur Global. Como anota con razón Vijay Prashad, Irán fue atacado “no porque disponía sino porque carecía de armamento nuclear”, como sí tiene Corea del Norte y nadie se atreve a atacar. Tercero, lo más elemental: ¿cómo sostener desde una teoría de la justicia y el derecho internacionales que un país, Israel, pueda tener armas de destrucción masiva y sus vecinos no? ¿Qué clase de orden mundial puede construirse sobre tamaña asimetría que consagra la brutalidad de la ley del más fuerte?

5 Comentarios

  1. Jesús Bautista

    Muy buen análisis. Alto al genocidio de EEUU-Israel. Los dos gobernantes genocidas deben ser llamados a cuentas ante la justicia.

    Responder
  2. ricola

    el silencio impregnado por todos los medios de concentracion comunicacional es peor que todos los bombardeos juntos….cuando un viento o nevada cae sobre el imperio nos empapamos de fotos e imagenes como si nos afectara a nosotros, en cambio sobre los sereshumanos de oriente caen bombas y bombas y hay que andar buscando informacion para enterarse.

    Responder
  3. Adrian

    Excelente análisis

    Responder
  4. Hena

    Muchas gracias, Atilio, por la claridad de tu análisis.
    ¿Será demasiado pedirte que pongas en acción todas las herramientas de la Sociología para encontrar algún sentido a ese intento de “bendición Urbi et Orbi” del inquilino de la casa blanca, que suena más falsa que moneda de tres pesos? El recurso de meter al Todopoderoso en asuntos puramente humanos ya es una constante en el discurso de ciertos oscuros sectores.

    Responder
  5. Aldo

    Basta del genocidio…Palestina vencerá

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Otras noticias

Trump y el ocaso del sueño americano

Publicada en Revista Acción A punto de cumplirse ocho meses de la juramentación de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos el balance de su gestión es deficitario. Sus bravuconadas de campaña y en la noche misma en la que asumió la primera magistratura se...

A 55 años del triunfo de Salvador Allende

Hoy se cumplen 55 años de un hito histórico: el triunfo de Salvador Allende, candidato de la  Unidad Popular, en las elecciones presidenciales de Chile de 1970. Comparto las palabras pronunciadas por Allende en esa maravillosa noche, ya al filo de la madrugada,...

fotografía de Atilio Borón

Sobre el Autor de este Blog

Atilio Alberto Borón (Buenos Aires, 1 de julio de 1943) es un politólogo y sociólogo argentino, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard. Actualmente es Director del Centro de Complementación Curricular de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Avellaneda. Es asimismo Profesor Consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e Investigador del IEALC, el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe.

Ver más