Ecuador, urgente

Comparto una excelente nota de la colega Pamela Dávila Falconí sobre la situación del Ecuador. La situación se ha ido complicando cada vez más con el paso del tiempo y al anochecer de hoy 8 de Octubre la marcha indígena ha puesto al gobierno a la defensiva. Este ha reaccionado con una brutal represión (ver el video de los tres  jóvenes arrojados desde un puente), coaccionando a los medios de comunicación para criminalizar la protesta, cerrando medios opositores como Radio Pichincha Universal que era la única crítica del gobierno y sacando del aire una entrevista que Rafael Correa había concedido en vivo. Lenin y sus compinches están refugiados en Guayaquil pero una columna de los pueblos indígenas se está dirigiendo ahora a esa ciudad y se duda hasta dónde podrá llegar la represión de las fuerzas policiales y de seguridad. En los noventas fueron varios los presidentes derrocados por grandes movilizaciones populares. Parece que los días del infame traidor Moreno están contados. Y si milagrosamente llegara a salvar su presidencia ya nada volverá a ser como antes. Su derrocamiento ahora es apenas una cuestión de tiempo, de poco tiempo.

A continuación, la nota de anunciada.

 

“LA CRISIS EN EL ECUADOR” 

Por Pamela Dávila Falconí

El presidente Lenín Moreno fue elegido libre y democráticamente en 2017, por la ciudadanía ecuatoriana pues, según se presumía, representaba la continuación de la Revolución Ciudadana, del ex presidente Rafael Correa Delgado y que debido a las importantes conquistas económicas y sociales logradas durante su período de gestión, se la denominó “la década ganada”. En ese momento, lejos estábamos de sospechar que el giro neoliberal que daría Lenín Moreno nos llevaría a afrontar una de las etapas más nefastas de la historia del Ecuador.  

Moreno se encargó, desde un inicio, de desprestigiar descaradamente a la Revolución Ciudadana y al ex presidente Correa, al punto de acusarlos de corruptos, logrando, a fuerza de repetir esa mentira de forma permanente, crear un ambiente de odio enfermizo entre la sociedad desinformada.

Los medios de comunicación locales, pagados por el gobierno ecuatoriano, ocultan flagrantemente las noticias reales y por supuesto la severa crisis que afronta en estos días el pueblo ecuatoriano, luego de que el presidente Moreno anunciara un paquete de medidas económicas que afectan directamente al sector más pobre del país.

Mientras el gobierno, a órdenes del FMI, ha beneficiado descaradamente a empresarios, banqueros y oligarcas, a su  vez ha desfavorecido a la mayoría de los ciudadanos precarizando su situación socio-económica, provocando despidos masivos en el sector público, incrementando los impuestos, privatizando bienes y servicios estatales, quitando los subsidios a los productos esenciales, lo que obviamente encarece el costo de la vida,  descuidando el tema educativo, así como la creación de infraestructuras y, lo más grave aun endeudando al país con el FMI, lo que finalmente ha dado como resultado esta impresionante reacción social, en medio de la cual, es necesario tomar en cuenta que el problema no está solo en las medidas económicas, sino que hay un tema que resulta imprescindible mencionar: la reforma laboral que violenta derechos históricos, precariza el trabajo y flexibiliza la jornada laboral. 

Sabemos con certeza que el neoliberalismo, como ideología acogida y ajustada a los intereses de las élites empresariales de América Latina, no ha generado ningún beneficio económico, sino un conjunto de recetas que se repiten como consignas para forzar a los gobiernos a que las cumplan.

El Ecuador es un país que se ha caracterizado por su decisión y capacidad de botar presidentes cuando los casos extremos lo han requerido. Las movilizaciones sociales masivas que vivimos en estos días,  especialmente por parte de las comunidades indígenas, son el resultado de la indignación y la exacerbación de un pueblo digno y valiente, de un pueblo empobrecido y explotado por un gobierno que nos ha traicionado y que no soporta más abusos. 

Cabe destacar que estas manifestaciones populares, desafortunadamente han estado marcadas por una muy fuerte represión armada de parte de policías y militares, dejando como saldo varios muertos y heridos, agresión frontal y descarada a periodistas independientes, el corte de energía eléctrica de radios comunitarias y medios alternativos de comunicación. La violencia y prepotencia de los líderes de derecha que están detrás del poder de este gobierno, han demostrado su lado más oscuro y deleznable. 

Al momento tenemos el palacio de gobierno completamente rodeado y blindado por tanques, alambres de púa, con la presencia de militares y policías como en las épocas más nefastas de las dictaduras. Las calles llenas de fuerzas opresoras que agreden y encarcelan sin ninguna razón coherente a los manifestantes. Es un ambiente de caos al que ya no estábamos acostumbrados, peor aún después de haber disfrutado en nuestra Patria Grande de una década progresistas, de paz y de justicia y que nos permitió soñar con un futuro mejor para nuestros pueblos. 

Esperamos de  corazón que el desenlace de este dramático episodio sea el lograr un país libre, justo y soberano, el país que todos los pueblos del mundo merecemos.

Quito, 7 de octubre de 2019

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Publicado el

octubre 8, 2019