(Por Atilio A. Boron) Ayer por la tarde Clarín y La Nación titulaban su edición digital con grandes caracteres celebrando el pronunciamiento del gobierno argentino en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU reunida en Ginebra. Engullendo sin la menor perspicacia la noticia -incompleta y tendenciosa, y por lo tanto falsa- difundida por la “prensa independiente” la dirección del PRO no tardó en emitir una declaración en donde “felicitaba” al gobierno argentino por su “reconocimiento, tardío pero correcto, sobre la gravísima situación venezolana.” El comunicado titulado “Mejor tarde que nunca” fue firmado por Patricia Bullrich y Fulvio Pompeo (no confundir con Mike, el Secretario de Estado, aunque uno y otro piensen igual) culmina con una exhortación al gobierno para que sostenga esta actitud “en el tiempo, en los distintos ámbitos políticos y diplomáticos existentes, con el fin de apoyar un proceso que permita sin más demora la celebración de elecciones libres e independientes en Venezuela.” En este caso la verdad a medias que creó la “fake news” engañó y les hizo pasar un papelón a quienes son sus incansables promotores. En efecto, a poco andar se conoció la versión completa de la postura argentina en donde se ratificaba: a) el reconocimiento de Nicolás Maduro como el único presidente legítimo de Venezuela; b) la legalidad del llamado a elecciones parlamentarias convocadas por el gobierno bolivariano para diciembre de este año; c) se reafirmaba la condena al bloqueo y las sanciones económicas, que exacerbaban los sufrimientos de la población; d) y se hacía lo propio con el principio de no intervención tema sobre el cual, en el programa de Víctor Hugo Morales por la AM 750, el presidente reafirmó que nadie tenía derecho a decirle a los venezolanos como debían arreglar sus problemas. “Ni yo, ni Trump, ni nadie” sentenció, para desconsuelo de una derecha colonizada que sí le asigna ese derecho al presidente de Estados Unidos. Además, en la entrevista Fernández recordó la frustrada intervención de José Luis Rodríguez Zapatero para normalizar el proceso electoral en Venezuela y que fue saboteada, a último momento y cuando estaba todo resuelto, por la actitud antidemocrática de la oposición.
El resultado: una fake news que le jugó una mala pasada a la derecha. Para colmo, con sus aclaraciones en el día de hoy, el presidente se alejó aún más del Grupo de Lima al que juzgó como irrelevante e irrepresentativo; y descalificó explícitamente -y llamándolo por su nombre- los presuntos derechos que el ocupante de la Casa Blanca esgrime para inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela. Reafirmó también su rechazo al golpe y la dictadura en Bolivia y el compromiso de la Argentina con el ex presidente Evo Morales y cuantos bolivianos busquen asilo en este país.
Dos conclusiones surgen de este episodio: primero, que es imprescindible alinear a la Cancillería con las posturas de la Casa Rosada. No hay que ser un lince ni capaz de ver bajo el agua para percatarse que las melodías que resuenan en el Palacio San Martín no gozan del agrado del presidente. Y para jugar un papel positivo en el concierto regional o internacional este país tiene que tener una política exterior, no dos, y evitar que el presidente tenga que salir a aclarar ante los medios qué fue lo que hizo o dijo la Cancillería. Segunda conclusión: la Argentina podría haber ido un poco más lejos en su intervención en Ginebra. Por ejemplo, cuestionando la imperdonable –y permanente- omisión que Michelle Bachelet hace del tema de las sanciones económicas y el bloqueo a Venezuela cada vez que examina la situación de los derechos humanos en ese país. Podría también haber manifestado su insatisfacción ante el hecho de que la funcionaria no hubiese utilizado la misma vara para juzgar el criminal accionar de las fuerzas policiales en Chile, con sus casi cuatrocientas personas que quedaron ciegas o perdieron un ojo, amén de las mujeres violadas y los miles de detenidos y la treintena de muertos durante la represión; o señalar la incongruencia de hablar de “tortura y malos tratos y la violencia de género” a manos de las fuerzas de seguridad en un continente en donde el maltrato (que no siempre es tortura) y la violencia de género son pan de cada día, incluyendo a la Argentina. Pese a ello a esa señora sólo le preocupa lo que pueda ocurrir bajo el gobierno de Nicolás Maduro al paso que ignora las masivas violaciones de los derechos humanos perpetradas en Chile por el régimen de Piñera o en la dictadura boliviana. Podría también el gobierno argentino haberle solicitado que tornase su inquisitiva mirada hacia la vecina Colombia en donde según la agencia EFE, nada sospechosa de simpatías chavistas, el gobierno de Iván Duque fue responsable o cómplice del asesinato de 100 activistas sociales y políticos entre el 1º de enero y el 15 de mayo de este año.* Pero Bogotá es un proxy del gobierno de Estados Unidos y Bachelet, en su papel de sumisa sirvienta de la Casa Blanca, ni se le pasa por la cabeza hacer tal cosa y prefiere lanzar sus dardos contra la República Bolivariana en lugar de hacerlo contra el narcogobierno colombiano. En fin, haciendo las sumas y las restas, gracias a la “fake news” de Clarín y La Nación la política del gobierno argentino hacia Venezuela quedó dibujada con perfiles más nítidos y esperanzadores. Y esto es una buena noticia.
Atilio, creo que hace falta mencionar que la cancillería argentina, más allá de la aclaración de Alberto Fernández con Víctor Hugo, se alineó tras la estrategia de Bachelet. Bien claro lo dice Telam: Villegas expuso: «Ante la grave crisis política, económica y humanitaria que padece Venezuela, nos hacemos eco del informe de la Alta Comisionada (Bachelet) para buscar una negociación política inclusiva basada en los derechos humanos y en la restitución de los derechos políticos»
Es decir, más allá de lo que diga Fernández, Sola ya se posicionó y con el el gobierno argentino y esto represento y representa una clara inclinación hacia la estrategia para derrocar al gobierno legítimo de venezuela
Creo que la cancillería con Sola no cumple con el pensamiento del gobierno Argentino, hasta el presente, desde el vamos, recordando el caso del derrocamiento de Evo, Sola fiel al estilo de patrón de estancia (Duhalde si no le suena) dijo a la prensa que el derrocado presidente no debería hacer política en nuestro territorio, ahorra el gobierno debe salir a rectificar dichos en ginebra, esperemos que el Sr. presidente se mantenga en una posición clara apoyando las decisiones del gobierno y pueblo venezolano ante la arremetida de los Halcones del pentágono y la oligarquía sobre ese gobierno y amplié sobre las falencias de los que deben velar por los derechos humanos designados en la ONU, Bachelet, agrego hace casi un mes atrás pude ver en un video una periodista que camina en las calle (descendencia mapuche) al querer entrevistar a Bachelet en EE.UU, esta funcionaria no la quería escuchar, la periodista la siguió y se le acerco y Bachelet la amenazaba que llamaba a sus custodio y la hacia detener, justificando que ella iba a una reunión privada, la entrevistadora le dijo yo no te voy hablar sobre la reforma de la Ley de terrorismo en chile de pinochet, ni tampoco que vos la pusiste en practica, solo te pido por un mapuche detenido por los carabineros y que lleva mas de 20 días haciendo huelga de hambre por su salud, así puedo decir que si esta para defender los Dr. Humanos, ella le contesto mira yo no puedo darle la libertad porque no esta en mi, pero no mas me reúna en el consejo tratare de tomar el tema. «Como siempre muy explicita- le afectara el síndrome de Estocolmo?
Digamos que la Argentina «se alejó un poco del grupo de Lima». ¿Y si sale directamente? El presidente no es capaz de enfrentarse al Palacio San Martín entonces juega a dos puntas… pero eso si… va a denunciar el atropello a los DDHH al gobierno que sea que los incumple. ¿Al gobierno de Maduro también? Con este interesante análisis sobre esta fake news me parece que me quedo más confundida aún. La conducta de Bachelet la conocemos desde hace mucho, la de Fernández es la que preocupa, tan ambigua, tan… tan… tan… FR.
Es de agradecer las opiniones del presidente Argentino. Desde su eleccion el Pte Alberto Fernàndez es la «piedra en el zapato» de la derecha mas rancia y conservadora de AL en alianza permanente con EE.UU. Con sus declaraciones centradas en intereses regionales y en la soberania Fernandez es un elemento de contencion ante los ataques contra gobiernos y democracias en latinoamerica.
Sucede que los ataques de la derecha internacional racista fascista son tan contundentes , que pedir un derecho de palabra en los organismos donde ellos dirigen, es como prender una vela bajo la lluvia.
Estoy de acuerdo contigo