Obama: previsible paliza electoral.
noviembre 4, 2010

EEUU: los esperpentos vienen marchando

Aquellos gobernantes a quienes los dioses quieren destruir primero los abruman con una crisis, luego los inducen a prometer a los sufrientes una cura radical y efectiva para los males de la época y finalmente los maldicen para que sus políticas sean tibias y ambivalentes. Obama fue víctima de esos dioses viciosos y vengativos que decidieron propinarle una paliza ejemplar … (clic abajo para continuar)  en las elecciones del pasado martes, perdiendo el control de la Cámara de Representantes, varias gobernaciones y reduciendo al mínimo la mayoría que los Demócratas aún conservan en el Senado. Más grave aún, resolvieron también abrir de par en par las puertas del desván donde se agitaban, furiosos e impacientes, los peores esperpentos de la sociedad norteamericana, varios de ellos ahora catapultados al Senado o la Cámara gracias al voto de una opinión pública crecientemente imbecilizada gracias a la paciente labor de los grandes medios de confusión de masas, que hace rato viene trabajando para convertir a gran parte de la población estadounidense en esos “gorilas amaestrados” de los que hablaba el teórico marxista italiano Antonio Gramsci. Gracias a todo esto el público norteamericano ha aceptado como válidas y razonables afirmaciones que hubieran provocado la incredulidad o la hilaridad de los pueblos más atrasados y supersticiosos de la Europa medieval.
El catálogo de idioteces contenidas en las declaraciones de los energúmenos del Tea Party es interminable, sobre todo si se tiene en cuenta que, en encuestas previas, el 88 % de la población entrevistada había criticado acerbamente la situación de la economía norteamericana y el pobre desempeño del gobierno para enfrentarla exitosamente. Pese a ello –a que “era la economía,estúpidos”,como en su momento lo recordara Bill Clinton- los eslóganes de la ultraderecha cavernaria fueron desde estentóreas denuncias en contra de Obama, acusado de ser “anticristiano” o un “musulmán disfrazado” que quería destruir el American way of life  y hasta decir, como lo hizo Sharron Angle, de Nevada, que “el embarazo de las víctimas de violación podría manifestar un deseo divino”, pasando por la inimputable Christine O’Donnell, frustrada candidata a senadora por Delaware, que se desgañitó proponiendo dos nuevos -y formidables- instrumentos para combatir la crisis económica que por su eficacia probablemente le deparen a su inspiradora el próximo Premio Nóbel de Economía: la abstinencia sexual y la persecución de las ardientes legiones conformadas por los discípulos de Onan, sus mentes enturbiadas por sus solitarias prácticas eróticas. Otro de los fanáticos, Joe Miller, de Alaska, quería construir un Muro de Berlín para impedir el ingreso de los inmigrantes, y Rand Paul, ahora senador por Kentucky, confesó que no compartía en su totalidad la ley de derechos civiles del año 1964, que había significado un paso decisivo para la integración social y política de los afroamericanos. Que gente como ésta se haya convertido en protagonista del proceso político estadounidense es un clarísimo indicio de la descomposición moral y política que carcome la Roma americana. Y, por supuesto, es una mala noticia para todo el resto del mundo, comenzando por América Latina, porque si hoy la militarización de la escena internacional y el paroxismo del gasto militar de Estados Unidos ha convertido a este planeta en un lugar muy peligroso para vivir, la pandilla de hiperextremistas nucleados en torno al Tea Party sólo puede empeorar las cosas.
¿Quién es el responsable de esta deplorable situación? Por supuesto, ella obedece a tendencias estructurales y de larga duración que han venido afectando a la sociedad norteamericana. Por algo en el pasado ese país eligió como presidentes a un Reagan o a un Bush Junior. Pero en lo  inmediato la responsabilidad recae sobre la presidencia de Obama y las incurables limitaciones ideológicas del “progresismo”. Si en Italia éste abrió las puertas a un personaje tragicómico como Berlusconi, y en Francia a Sarkozy, en Estados Unidos la tercera vía de Bill Clinton y la hueca fraseología reformista de Obama (recuerden el “sí, nosotros podemos”) y su absolutamente predecible fracaso tuvo como resultado correr violentamente el péndulo político hacia la extrema derecha. Es que ¿cómo se podría haber enfrentado eficazmente la crisis con un equipo de asesores económicos comandado por Robert Rubin y Larry Summers, mentores ellos mismos de la completa desregulación de los mercados financieros durante su gestión como sucesivos Secretarios del Tesoro de Clinton y CEOs y operadores de las grandes firmas de especuladores radicadas en Wall Street? La respuesta que dio la Casa Blanca ante la crisis sólo sirvió para el salvataje de los grandes oligopolios, dejando librada a su suerte a millones de norteamericanos. ¿Cómo no iban a reaccionar con desesperación al sentirse olvidados por su gobierno? ¿Cómo no iban a arrojarse a los brazos de esa  pandilla de delirantes sobrevivientes del Mesozoico, que promete el paraíso en la tierra estadounidense masacrando hispanos y asiáticos, castrando onanistas, persiguiendo homosexuales, y exaltando las virtudes cívicas y republicanas de la abstención sexual? ¿Por qué, ante un gobierno confuso, contradictorio y timorato, no iban a reclamar el fin del “socialismo” de Obama y la vuelta a la edad de oro de la libertad de mercados?
En menos de dos años la tan exaltada obamamanía quedó reducida a añicos. Sus tímidos amagos reformistas quedaron en eso: la reforma financiera, supuestamente destinada a regular las transas y los crímenes de “cuello blanco” de los piratas de Wall Street, no conformó a nadie: demasiado débil y demasiado tarde, al igual que la reforma del sistema de salud. Nadie le pedía a Obama construir el socialismo; pero fue una ingenuidad pretender resolver la crisis capitalista sin estar dispuesto a liquidar a algunos grandes capitalistas. En lugar de eso consensuó las medidas para “salir de la crisis” con ellos, y así le fue. Y para colmo se confundió al pensar que las “redes sociales” (facebook, twitter, etcétera) serían instrumentos idóneos para construir poder político y dar batalla a sus circunstanciales enemigos. Podían, y pueden, cristalizar el humor momentáneo de grandes masas y convocarlas a una gran manifestación pública. Pero para combatir a los capitalistas se necesita bastante más que eso. Y Obama no lo tiene.

8 Comentarios

  1. midi haytham
  2. Mono Burgos

    Aquí se habla bastante del "lavado mental" que la poderosa "media" hace con los electores estadounidenses. Lo de Obama es falta de desición y es pelear contra grupos muy poderosos. De acuerdo. Pero quienes votaron por los republicanos o el tea party fueron en bastante medida gente descepcionada con obama, no fue manipulada por nadie.
    E incluso si así fuera, por lo menos en su supuesta "estupidez" la ejercen ellos mismos con el voto a su candidato de su preferencia.

    Lavado de cerebro es el q le hae creer a algunos que en cuba hay democracia y "elecciones". Cuando los ganadores ya estan definidos por el Partido comunista y los CDR´s de cada barrio.
    Y algunos llaman "democracia cubana" a elecciones que hace casi 60 años siempre dan el mismo resultado jejejeje…

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  3. juan

    Gracias por su respuesta Atilio. Hoy Pedro Brieger se preguntaba cómo puede ser que un país como USA, donde hay un sector importante de intelectuales y donde tienen Universidades prestigiosas y demás, pasen estas cosas. Evidentemente los mass media efectúan a la perfección su tarea de lavarle el cerebro a la gente. Pero debe existir también una cuestión cultural muy arraigada como para que los prejuicios tengan tanta influencia en la cosmovisión de las personas…
    Es lamentable lo de la gusana, habrá que dar batalla y ponerse firmes, como vienen haciendo muchos hermanos Latinoamericanos
    Saludos.

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  4. atilio

    Hola Juan, creo que las relaciones entre EEUU y AL van a ser más complicadas de lo que son. Entre otras cosas porque el Comité de Relaciones Exteriores de la C. de Representantes estará presidido por Ileana Ros, una fanática anti-castrista y gusana que va a procurar por todos los medios bloquear cualquier iniciativa tendiente a mejorar las relaciones con los gobiernos más de centro-izquierda e izquierda de A. Latina. Seguirá insistiendo en mantener el bloqueo a Cuba, controlar más férreamente aún a la OEA, apoyar a los "gobiernos amigos", como el de Lobo en Honduras, tratar con frialdad a los "cómplices" de Cuba y Venezuela (los K, Lula, etcétera)y fomentar la derechización de la región, desestabilizando a Correa, Evo, Chávez y, por supuesto, Cuba. Ergo, todo será más difícil de ahora en más.

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  5. juan

    Epicu: ¿dónde viste que yo esté defendiendo a Obama? Simplemente le formulé unas preguntas a Atilio. Estás confundido…

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  6. Anónimo

    Sebastian
    Estoy en EE.UU. desde hace 3 meses investigando justamente la historia reciente norteamericana. No suelo escribir en blogs, ni mandar comentarios, pero me parece que mi experiencia podía aportar algún dato. Para ello quería compartirles algunas ideas e impresiones sobre Obama y la realidad norteamericana actual.
    Huelga decir cualquier cosa respecto de la derecha, el Tea Party en particular. Ni siquiera la derecha organizada les cree o los tiene en cuenta como opción política. En primer lugar, no pueden explicar como un Imperio tiene que tener un estado cada vez menor. Imposible. Más aún cuando lo que haces estimula el rearme de todo adversario, creando un clima de época armamentista. Compras encadenadas estimuladas por los organismos financieros.
    En su momento quería que gane Obama, para que nos de tranquilidad para seguir en nuestro camino de emancipación sudamericana tan particular y errática por momentos.
    Muy rápidamente me desilusioné, claro, pensando en que tenía que irse de Irak, de Afganistán. Meditando llegué a la conclusión que está bien para lo que yo pedí, está ausente (para la mayor parte de Sudamérica, no es el caso de otros países como Colombia). Claro, se explica por la crisis. Pero siempre hay que tener en cuenta que para un Imperio lo último que cambia es la política exterior, más que otros países. De hecho, probablemente se dé la proporción inversa. De hecho, es un vehículo de resolución de la crisis.
    Lo fui a ver a una manifestación a Obama y lo escuché en varios programas. En su discurso siempre le pega a las corporaciones, a los grupos de interés y a los lobbys. Y exhorta a la gente a que tiene que participar. Efectivamente, él no hizo mucho contra el poder económico, la gran burguesía transnacional y los grandes capitales regionales. Pero él es el que lo hace? Se le armó un descalabro, entre su propia fuerza y ni hablar con los republicanos, cuando quiso descontinuar los recortes impositivos para millonarios de Bush y hacer una reforma de salud que limite el poder de las farmacéuticas, lo primero no termina de salir y lo segundo fue una versión lavadísima. La envergadura de la crisis y el pesimismo y la parálisis que eso significa para EEUU, hizo que la sociedad deje de apoyarlo masivamente (el 20% que lo apoya es incondicional, casi fanático, y esta intentando ponerse a ver qué tiene que hacer, intuye lo que sucede). Y Obama quedó en la playa cuando se retiró la ola. La gente, en general, sabe que las multinacionales son malas y que todo eso, pero por exceso de avaricia, no por esencia. EEUU es sus corporaciones, sus empresas y siempre el sentimiento es contradictorio para con ellas. A casi todos acá les gustaría ser ellas, o parte, aunque muchas veces no lo admita. El éxito económico es esencial en este país. Para la mayor parte de la población entonces ya pasó la emergencia, los medios ayudaron mucho en ello, y, por supuesto, la brutal expansión monetaria. Ahora quiere resultados.
    Y Obama pasa a quedar atenazado por una realidad en la que no puede hacer nada demasiado lesivo para el gran capital, o sea reasignar una parte de la acumulación a capitales medios y pequeños, y se encuentra retrocediendo en la confrontación política, porque todavía tiene que convencer a la alianza social que representa, volviendo a generar condiciones en el sujeto social para hacer algo.
    En ese contexto, Obama es bastante para esta sociedad. Para nuestra idiosincracia, quizás solamente porque rescata el valor de la participación política y, cosa no menor en esta sociedad exitista, le habla a la única porción rescatable de los sectores populares, en parte porque habla su propio idioma.
    Realmente lamento la derrota de Obama, simplemente porque es síntoma que vuelve a predominar el costado bestial de esta sociedad, enemiga de la humanidad y eso siempre nos trae riesgos. Pero también por su origen y su pertenencia a la minoría afroamericana, y, sobre todo, porque parece escuchar y razonar (por supuesto, sin cuestionar la esencia del capitalismo).
    Saludos cordiales!

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  7. Epicu

    Juan, porque no dices que tu nombre es John y te dejas de masacrar la lengua sin sentido alguno. Tu comentario es absurdo.
    Obama, no es mas que un encantador de serpientes. Que considerando la tierra de donde proviene, las encanto a todas ( las que votaron por el logicamente).
    Jamas, jamas se ha visto a un presidente de los eeuu tan debil, timorato y emasculado. Es en realidad una verguenza de hombre. Al menos el esperpento malevolo de bush( si, con minusculas nomas) entendia, en su fragil y obscura mentalidad y raciocinios, que la presidencia de los eeuu puede causar un bien socialitario o un terrible mal a la humanidad. La bestia obviamente escogio lo peor.
    Pero Obama catapultado al cargo politico mas poderoso en un frenesi de cambio, solo ha causado profunda decepcion. Este tipo es un fideo remojado y limpido. Una verguenza total. Ahora, con un publico norteamericano totalmente manipulable e ignorante. Cualquier charlatan aprovechador tipo Palin o Gingrich los puede dirigir en una orgia de estupidez, racismo y violencia internas o externas. Como somos testigos eso ha ocurrido en el pasado y la proxima victima puede ser Iran.
    Lamentablemente pensar no es una actividad del 'ciudadano' de eeuu.

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  8. juan

    Bastante ácida su publicación Atilio… me gusta el humor aunque haya poco de qué reirse con estos impresentables. La verdad no lo puedo creer, le mandábamos al Turco con su discurso de la base aeroespacial para ir de la estratósfera a cualquier lugar del mundo en 30 minutos y era un afano peor…
    Según tengo entendido algunos funcionarios cercanos al Gobierno de Cristina ya no van a estar más… ¿Cree que las buenas relaciones se van a ver afectadas directamente por estos resultados? ¿O podemos confiar en que las relaciones con Obama están relativamente cimentadas como para no temer desfasajes importantes en el futuro cercano?
    Y otra cuestión: ¿es esperable una profundización de la crisis norteamericana, o dentro de todo los mercados van a saber frenar a semejante horda de ignorantes?
    Saludos!

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Sobre el Autor de este Blog

Atilio Alberto Borón (Buenos Aires, 1 de julio de 1943) es un politólogo y sociólogo argentino, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard. Actualmente es Director del Centro de Complementación Curricular de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Avellaneda. Es asimismo Profesor Consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e Investigador del IEALC, el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe.

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