HUMOR PARA ENFRENTAR A LA PANDEMIA Y AL IMPERIALISMO
¿No bastaba con el maldito coronavirus? ¿Era necesario que HOY nos avisen que se acerca un asteroide de 1,8 y 4,1 kilómetros (es decir, un pedregullo de unos 7 kilómetros cuadrados, un poco más grande que la superficie de la Comuna 6 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Caballito) y que lo hace un poco rápido: 31.000 kilómetros por hora y que va a pasar relativamente cerca de la órbita terrestre, aunque no tanto, ¡no exageremos! Lo hará a unos 6.2 millones de kilómetros de distancia. Esto parece mucho, muchísimo, pero en la escala astronómica ese encuentro no es tan lejano y podría producir un efecto parecido al que experimenta un pequeño automóvil cuando se cruza en una ruta con un camión que viene a 140 por hora en sentido contrario y el autito se estremece -no de placer sino de miedo- al ser sacudido por el desplazamiento del aire que produce el mastodonte mecánico.
Medité un rato sobre esta noticia, hice mis cálculos de distancia (seis millones son … ¿cuántos viajes de ida y vuelta entre Buenos Aires y Beijing, o entre Buenos Aires y La Habana?) saqué la cuenta y me dije a mi mismo: “tranquis, no pasa nada, todo bien. Demasiado lejos.” Pero tras cartón en la noticia publicada por Página/12 apareció un chino, ¡sí, un chino, justo en medio de la pandemia!, el profesor Zhao Haibin, astrónomo del Observatorio de la Montaña Púrpura de la Academia de Ciencias de China (un nombre que me sonaba demasiado “Disney” y, por lo tanto, fake news) quien le aseguró a la agencia Xinhua que el asteroide tenía cero posibilidades de colisionar con nuestro planeta. Un confortable alivio recorrió mi cuerpo, renovando mi anacrónica (e irracional) confianza en la ciencia. Pero me dejó intrigado el nombre de esa montaña, “Purpura”, “Púrpura”, repetía para mis adentros. Sentía que algo no me cerraba, que no estaba bien. Venían de súbito a mi memoria viejos recuerdos: la película aquella de Woody Allen, “La Rosa Púrpura de El Cairo”; algunos pasajes, más remotos todavía, de “Barbarella” con la entrañable Jane Fonda. También recordé que las sufragistas inglesas usaban ese color a principios del siglo pasado para su lucha contra el patriarcado y por sus derechos ciudadanos. Y que a los cardenales de la iglesia católica se los llama, a veces, “los purpurados” porque sus túnicas son de ese color. Me acordé, después de vivir casi un siglo como diría la gran Violeta Parra, de una novia que tuve en la universidad que un atardecer de verano se apareció en un barcito de Villa Devoto con una super-minifalda color púrpura que no me infartó porque estaba demasiado enfrascado en la lectura de los Grundrisse. Tuvieron que transcurrir como cinco minutos para que yo pudiese aterrizar y darme cuenta de lo que sucedía a mi alrededor y lo que podía suceder después de tan fulgurante y promisoria aparición. Aparté con un movimiento de mi mano derecha este caos de inquietantes asociaciones recuerdos y picado por la curiosidad retomé la lectura de las declaraciones del astrónomo chino. Al hacerlo casi me caigo de la silla. Con la frialdad de un cirujano que te anuncia que esta tarde mismo te tienen que extraer un tumor cerebral y con la intención de tranquilizarnos Zhao calificó el cruce con el asteroide como “potencialmente peligroso” debido a su cercanía con la órbita terrestre.
Desencajado corrí hacia el baño mientras Pancho, mi gato, huía despavorido al verme así. Me miré en el espejo del botiquín y me pregunté, a los gritos: ¿Cómo carajos que “tan cercano”, cómo que ese cascote de mierda es “potencialmente peligroso”? ¿No era que pasaba a más de 6 millones de kilómetros? Hice como si estuviera frente a frente con Zhao y le dije, tratando de calmar mi furia: “dígame profe, este escombro espacial, ¿no sigue acaso una órbita fija, como el resto de los billones de astros, planetas, cometas, asteroides que pueblan el universo? ¿O nos quiere decir que este maldito amasijo de piedras que ni tiene nombre -1998 OR2 le pusieron, tal vez lo hizo un astrónomo francés porque ese año ganaron la copa del mundo de la FIFA, jugando de locales- es la perversa y única excepción a ese principio universal de la astronomía y que en una de esas actúa como un bus que altera caprichosamente su itinerario para evitar un corte de calles por vecinos que se quedaron sin energía eléctrica?” Por supuesto Zhao/el espejo no me contestó y no pude conseguir su WhatsApp ni su correo para que aclare mis dudas. Ahí recordé aquel consejo de un amigo que me dijo “piensa mal y acertarás” y me dije ¡a ver si el asteroide desvía su rumbo y chocamos! Pero rápidamente me di cuenta de que nada de lo que yo pudiera hacer cambiaría lo que el destino ya había ineluctablemente escrito para la humanidad. Resignado se me ocurrió enviar una carta a los medios rogándoles que, en el futuro, se abstengan de darnos noticias de este tipo. Si pasa, y este o algún futuro asteroide nos choca prefiero que sea por sorpresa. No nos distraigan con ese cascote cósmico ante cuyos caprichos nada podemos hacer. Para preocupaciones tenemos de sobra con la pandemia y con el criminal desenfreno imperialista de Trump y sus indignos lacayos: Bolsonaro, Piñera, Lenín Moreno, Duque, Lacalle Pou, Añez y otros de su ralea, que son mucho, pero mucho más letales que el COVID-19. Matan a mucha más gente, pero no son noticia. Y contra ellos podemos y debemos luchar, sin cuartel, hasta el final. En cambio, nada podemos hacer con el 1998 OR2. Así que, chau asteroide, disfruta de tu paseo por el universo pero, eso sí, por el susto que nos has dado en tu próxima pasada acércate un poco más a la Tierra y te mandaremos a todos esos esperpentos que te acabo de nombrar para que te los lleves bien lejos y no vuelvan nunca más.
Buenísimo profe!!
«»Muchas gracias Atilio,estuvo UD, genial,me ha hecho reir,como hacia rato no lo hacia,que buen humor el suyo,,que pase ud,un buen dia mañana y no se mire al espejo,por las dudas,gracias por ver como hacemos para mandarle a los esperpentos que sobran.
Sos un genio!!! Me encanto querido Atilio, como siempre un deleite leerte. Aponerle un poco de humor a estos tiempos tan complicados.
Tranquilo Atilio, nadie muere en la víspera. El cascote que habitamos tampoco.
Genial no podia ser de otra manera y también sencilla tan parecida a cualquier ser humano noticias mal intensionadas para distraer de los verdaderos problemas. Te confieso algo con tu escrito me senti muy importante protaginista de mi vida.
Grande Atilio!
Cada día más fino y certero en puntería.
Como buen alumno en El Arte del Zen en el Tiro con Arco.
Salud y Amor!
Crea pánico y maldiciones en colectivo y eso lo atrae mas a la tierra, como somos seres humanos en vísperas de cambio en vez de guerra, odio, maldiciones, mentir y expandir a con los medios de comunicación para crear incertidumbre, miedos, tristezas, muertes debemos pedir por la PAZ, AMOR UNIVERSA, ORAR Y MEDITAR pedir que se aleje de la tierra tome otro rumbo sin causar daño a otros seres de la Galaxia eso si es un cambio positivo FE , ESPERANZA, OPTIMISMO que mueve todo en este Mundo.
Genial Atilio, sos un crack, tu faceta como escritor es muy buena. Me has hecho reir, me encantó la anécdota de tu novia con su minifalda, desopilante. Gracias por el humor en estos tiempos de pandemia y de gobernantes horribles.
Genial no podia ser de otra manera y también sencilla tan parecida a cualquier ser humano noticias mal intensionadas para distraer de los verdaderos problemas. Te confieso algo con tu escrito me senti muy importante protaginista de mi vida.
¡Qué buena manera de empezar el día! Aunque creo que estoy preparada para el temblor. Hace unos cuantos años, recorrimos en familia las rutas de la Patagonia a bordo de un Renault 6, blanco y memorable. Debimos sujetar el capot con una cincha improvisada y casi inútil. Y es que cada vez que nos cruzábamos con un camión o un micro, nos sentíamos volar. ¡Inolvidable!
Impresionante lectura Do Atilio, siempre dando en el Clavo.
Profesor, en mi primera novela que termino en cuento (un killer con sida del Mossad, nihilista, que se redime), Ud era Presidente de la Republica, por merito y sonoridad…
Grande Atilio, sobre llovido mojado diría mi vieja, pero que es eso del»destino»? se me cae un ídolooo.
Mi respeto y agradecimiento compañero.
Tranquilo Atilio, nadie muere en la víspera. El cascote que habitamos tampoco.
Atilio el botiquín de tu baño todavía debe estar temblando !
Atilio: quiero una réplica de ese botiquín. Apto para panaderías y otros avatares.
Don Atilio, su, por lo menos para mí, desconocida aptitud para el humor solo es superada por sus sesudos análisis politicos. Lo incitaría a continuar con esa veta pero sin desmedro de su actividad principal. Suerte!
Buenísimo profe!!
Excelente humor con la salvedad de que lo último si es muy en serio.
Si le pides que se lleve a esos miserables, lo más probable es que el asteroide no pase por acá.
Estimado Atilio, si nos sacamos de encima semejante piedra que tuvimos durante cuatro años, no tenemos que tenerle miedo a nada, si respeto aunque no lo comparto, como se dice. Y no se olvide que si semejante cascote se acerca, de nuestro lado tenemos la Mano de Dios x 2! (1ro, la de Maradona. 2da, la de Locomotora Castro)