febrero 24, 2010

El investigador Robinson Salazar, de la red Insumisos, nos ha hecho llegar esta inquietante nota en donde se habla de la posibilidad de que el devastador terremoto de Haití haya sido provocado intencionalmente por Estados Unidos como parte de una serie de experimentos centrados en las posibilidades que ofrece la «guerra climática» como dispositivo de control imperialista. Al leerla no pudimos sino recordar aquella consigna tan cara al marxismo clásico: «socialismo o barbarie». De ser cierta la teoría expuesta en este artículo -y hay mucha evidencia que le estaría brindando un respaldo inicial nada desdeñable- estaríamos en presencia de una barbarie tecnológicamente avanzada que supera todo lo que podríamos haber imaginado en el pasado. Dejo a las/los lectoras/es juzgar la veracidad, o al menos la verosimilitud, de esta tesis.

Teorías en la web

Guerra
climática: ¿Fue manipulado científicamente el terremoto de Haití?

(IAR Noticias) 20-Enero-2010

Antenas del proyecto HAARP en Gakona, Alaska.

La guerra climática, la guerra biológica o la guerra química, son parte indivisible de la guerra militar para controlar países y poblaciones. Todas a su vez, se sintetizan en la guerra psicológica para controlar y dominar la mente humana con fines del control social sin el uso de las armas (Guerra de Cuarta Generación). Su existencia operativa y sus estrategias de aplicación (exterminios masivos de personas con fines económicos y políticos) tienen origen en los laboratorios militares de las potencias centrales. Por Manuel Freytas (*)

manuefreytas@iarnoticias.com

Por la red está circulando una teoría inquietante: El terremoto de Haití habría sido manipulado científicamente por un programa desarrollado por la Fuerza Aérea de EEUU, o sea el Pentágono. A simple vista suena como una «teoría conspirativa», pero ateniéndonos a las investigaciones y verificaciones que existen sobre experimentos militares (sobre todo de EEUU y de algunas potencias centrales) con armas, químicas y biológicas orientadas al exterminio masivo de seres humanos, la versión no parece tan descabellada.

El proyecto HAARP (del inglés High Frequency Active Auroral Research Program, Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia) es una investigación financiada por la Fuerza Aérea de los EEUU, la Marina y la Universidad de Alaska para «entender, simular y controlar los procesos ionosféricos que podrían cambiar el funcionamiento de las comunicaciones y sistemas de vigilancia». El Haarp (considerado, entre otras funciones, como una «máquina de crear terremotos»), es un calentador de la ionosfera, y actúa sobre ella como la antena más poderosa que jamás haya existido. A pocas horas de la catástrofe, la agencia EFE divulgó un informe elaborado por la Flota Rusa del Norte señalando que el sismo que ha devastado a Haití fue el «claro resultado» de una prueba de la Marina de EEUUU por medio de una de sus «armas de terremotos». De acuerdo con el documento de la Armada Rusa (una potencia que cuenta con una versión del programa Haarp) a finales de la década de 1970, los EEUU han «avanzado enormemente» el estado de sus armas de terremotos y, según estos informes, ahora emplea dispositivos que usan una tecnología de Pulso, Plasma y Sónico Electromagnético Tesla junto con “bombas de ondas de choque”. El reporte concluye que es “más que probable” que la Marina norteamericana haya tenido “conocimiento total” del catastrófico daño que esta prueba de terremoto podría tener potencialmente sobre Haití y que había pre-posicionado a su Comandante Delegado del Comando del Sur, el General P.K. Keen, en la isla para supervisar las labores de ayuda si fuesen necesarias. El programa Haaarp se inició en 1993 para una serie de experimentos durante veinte años, y tiene un gran número de instrumentos de diagnóstico que se usan para mejorar el conocimiento científico de la dinámica ionosférica. Actúa con el recientemente descubierto electro chorro, el cual se forma en los polos norte y sur del planeta, y se aprecia su efecto atmosférico con el fenómeno conocido como aurora boreal. Teóricamente, HAARP podría modificar el clima del planeta, desviar los jetstream o corrientes a chorro de la alta atmósfera hacia donde se tenga interés, trabaja con ondas de alta y baja frecuencia, y es considerado por algunos expertos como un peligro para la existencia de la humanidad, debido al uso potencial como arma de «guerra climatológica». Se trata -dicen los que lo estudian- de un nuevo tipo de arma, capaz de intensificar tormentas, prolongar sequías, incluso crear terremotos sobre territorio de un supuesto enemigo, sin que nadie advierta el peligro. Los HAARP potencialmente tendrían también la capacidad, de desintegrar objetos, generar combustiones espontáneas e inducidas, e incluso cambiar patrones cerebrales, inducir conductas y producir enfermedades biológicas. Investigaciones sobre el proyecto HAARP han surgido desde universidades estadounidenses y centros europeos Con sus cientos de millones de vatios de potencia es considerado como un verdadero «calefactor» de la alta atmósfera, que puede actuar provocando una tremenda ionización que puede acarrear consecuencias imprevisibles, y que gracias a su efecto «espejo» podría dirigir sus efectos hacia cualquier zona del planeta.

En su resolución del 28 de enero de 1999 sobre medio ambiente, seguridad y política exterior (A4-0005/1999), el Parlamento Europeo señalaba que el programa HAARP manipulaba el medio ambiente con fines militares y solicitaba que HAARP, fuese objeto de una evaluación por parte de STOA (organismo encargado de mensurar opciones científicas y tecnológicas) en lo que se refería a sus repercusiones sobre el medio ambiente local y mundial y sobre la salud pública en general. En esa misma resolución, el Parlamento Europeo, pedía que se celebrara un convenio internacional para la prohibición mundial de cualquier tipo de desarrollo y despliegue de armas que pudiesen permitir cualquier forma de manipulación de seres humanos.

Las guerras ocultas

¿Fue manipulado científicamente el terremoto de Haití?

A simple vista suena como una «teoría conspirativa», pero ateniéndonos a las investigaciones y verificaciones que existen sobre experimentos militares (sobre todo de EEUU y algunas potencias centrales) con armas, químicas y biológicas orientadas al exterminio masivos de seres humanos, la versión no parece tan descabellada.

Que el Pentágono investigue y desarrolle un sistema que puede generar violentos e inesperados cambios en el clima, incluido un terremoto como el de Haití o un tsunami como el de Asia, más que un asunto conspirativo podría ser parte de una realidad estudiada y expresada en diversos informes de especialistas «silenciados» por la prensa oficial.

Hay un cúmulo de trabajos investigativos (esparcidos en la red y silenciados por la prensa del sistema) que demuestran, por ejemplo, que los virus patógenos y las pandemias son inicialmente estudiados para su utilización en posibles operaciones de exterminio en masa, con la finalidad de controlar y manipular socialmente determinadas poblaciones.

Bajo el argumento de «prevenir ataques enemigos» con armas químicas o biológicas, el Pentágono ha diseñado -desde el siglo pasado hasta aquí- diferentes programas de investigación y experimentación con virus inyectados primero en organismos animales, y luego lanzados contra organismos humanos. El investigador y profesor canadiense Michel Chossudovsky, en su artículo titulado «Guerra climática: Atención a los experimentos militares de EEUU», publicado en el sitio web The Ecologist, señala que “El Haarp es un arma de destrucción masiva, capaz de desestabilizar los sistemas agrícolas y ecológicos en todo el globo”.

Afirma que EEUU ha desarrollado experimentos similares desde 1940, y que durante la guerra de Vietnam se hicieron prácticas de bombardeo de nubes, con el fin de prolongar la estación del monzón (temporada de lluvias) y bloquear las rutas de suministro de sus enemigos a lo largo del corredor Ho Chi Minh.

De acuerdo con el investigador, “La tecnología, que está siendo perfeccionada bajo el Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (Haarp), “Apunta a lo impensable: la manipulación encubierta de modelos climáticos, comunicaciones y sistemas de energía eléctrica como un arma de la guerra global, capacitando a EEUU para desestabilizar y dominar regiones enteras”.

Según Chossudovsky, “La manipulación climática es el arma preventiva por excelencia. Puede ser dirigida contra países enemigos o ‘naciones amigas’ sin su conocimiento, utilizada para desestabilizar economías, ecosistemas y agricultura. También puede provocar el caos en los mercados financieros y de materias primas. La alteración en la agricultura causa una mayor dependencia de la ayuda alimentaria y de productos de granos importados de EEUU y de otros países occidentales”. Las teoría de Chossudovsky sobre la guerra climática, tiene un correlativo en las armas químicas o biológicas de exterminio masivo utilizadas en diferentes programas de investigación y experimentación, entre las cuales sobresalen los virus inyectados primero en organismos animales, y luego lanzados contra organismos humanos. Con la aparición cíclica de pandemias detonadas por la inseminación de virus patógenos en poblaciones civiles, se genera una campaña simultánea de «terror mediático» (con pánico e incertidumbre social) ejecutada por las grandes cadenas informativas internacionales, la que activa a su vez una demanda comercial masiva de recursos y medicamentos para enfrentar la emergencia sanitaria, que moviliza paralelamente un multimillonario negocio capitalista a escala global. Cabe recordar que a la feroz manipulación mediática global con el «terror pandémico» de la reciente fiebre porcina ( o Gripe A), se agregan cada vez más, preguntas e hipótesis sobre el origen y posible utilización económica o política del virus patógeno, que van desde la lógica y el sentido común hasta teorías conspirativas de la más variada especie y procedencia. En este caso, se ha hablado, incluso, de distintas operaciones de «aprovechamiento» político y militar del virus, cuyos objetivos van desde una «cortina de humo» para distraer la atención de la actual crisis global, hasta una estrategia para crear un «11-S biológico» que justificara nuevas invasiones y «guerras antiterroristas», un plan capitalista «malthusiano» para reducir la población pobre «sobrante«, o una maniobra comercial de los grandes laboratorios para generar demanda masiva de medicamentos y vacunas preventivas. Una crisis pandémica, una crisis económica, una catástrofe natural o una guerra movilizan multimillonarios recursos financieros para enfrentarla. Y como vivimos dentro de un sistema capitalista centralizado por potencias hegemónicas (EEUU y las naciones centrales de Europa), los programas de exterminio en masa con epidemias salen originalmente de los laboratorios militares del Pentágono y de los sectores de biodefensa europeos, principalmente Gran Bretaña. En ese escenario, la guerra climática, la guerra biológica o la guerra química , son parte indivisible de la guerra militar para conquistar países y poblaciones. Todas a su vez, se sintetizan en la guerra psicológica para manipular la mente humana con fines del control político y social sin el uso de las armas (Guerra de Cuarta Generación). La guerra biológica por medio de agentes genéticos orientados al exterminio masivo de poblaciones es un soporte activo de la guerra militar y de la guerra psicológica. Cuando está al servicio de la guerra psicológica, la guerra biológica se convierte en bioterrorismo, y cuando sirve a la guerra militar se convierte en operación de exterminio con uso de agentes biológicos.

Como primer objetivo central, las «guerras silenciosas» de exterminio poblacional por medio de agentes biológicos o químicos se originan dentro de los planes y estrategias del Pentágono para preservar la seguridad de EEUU, la potencia regente y dominante del sistema capitalista a escala global.

Como segundo objetivo central, todo lo que se destruye hay que «reconstruir», y todo lo que enferma hay que «curar», es la máxima que sigue siempre el sistema capitalista para arrancar rentabilidad tanto de las crisis económicas, como de las catástrofes, las epidemias y las guerras. «Si no hay guerra hay que inventarla para hacer negocios», es la máxima histórica de Rothschild, líder emblemático del sionismo financiero internacional.

En este escenario ¿Puede sorprender la posibilidad de que el terremoto de Haíti haya salido de los laboratorios militares de Pentágono?

(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.

Ver sus trabajos en Google y en IAR Noticias

12 Comentarios

  1. midi haytham
  2. Pablo S. Fernández

    Estimado Atilio:
    Como estás?
    Me llamo Pablo S.Fernández, te escribo desde Mar del Plata, con 32 años. Acabo de escuchar la entrevista que te hizo Eduardo Aliverti, muy interesante y motivadora a no dejar de pensar el mundo.
    Soy dibujante e ilustrador, actualmente estoy buscando poder ilustrar para nuevos lugares. Quería acercarte la dirección de mi blog http://floresazuladas.blogspot.com/ , quizas pueda resultarte interesante alguno de mis dibujos. Soy apasionado de la naturaleza, me gusta disfrutar de observarla y tu entreda en el blog me disparo a escribirte.
    Te mando un abrazo y un saludo desde aquí.

    Pablo S. Fernández
    ilustrador

    PD: si te intereso el blog, por sus dibujos o por sus textos, y pudieras difundirlo entre tus contactos en editoriales y medios, te lo agradecería mucho. Muchas gracias.

    Responder
  3. Cubasno

    Hay que ser muy idiota, o estar pagado por Chávez, o ambas cosas, para propalar estas estupideces que solo tarados como el tal jose cuero considerarían probables. Por otro lado, el artículo insultando la memoria de alguien (Orlando Zapata) que acaba de dar la vida por el acceso a todos los derechos fundamentales, esos mismos que el autor ejerce con todo desparpajo, destila una bajeza moral que ni merece comentario. Tropecé con este blog por casualidad, y es de lo más vomitivo que he visto en mucho tiempo. No sé si el autor es ingenuo para citar al Granma como si fuera digno de confianza, o si es un hp, pero en cualquier caso lo único que le deseo es que el gobierno de su país lo trate como el cubano trató a Zapata. Qué asco.

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  4. peponec

    Sr. Boron, el hecho, si puede ser comprobable; Es que esos terremotos son literalmente un acto de terrorísmo….pre declaración de guerra…..y no tengo dudas de que le servirá a los greengos….si no puede ser comprobado…para "domesticar" a los nuevos presidentes de la región!!!

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  5. sonnenheld

    Estimado señor Boron
    Su artículo de página 12 tiene un aura de admiración por el sistema Cubano que me resulta sumamente ingenuo y de no ser así, malintencionado. No dudo de que los intereses capitalístas intenten denigrar a los hermanos Castro y a toda la revolución pero porqué esa vehemente admiración por un sistema que se basa en la anulación del disidente, del que no piensa igual, en el encarcelamiento (real o virtual) del que sueña diferente? Digo nuevamente, sino ingenuo entonces malintencionado el creer en Cuba como ejemplo de valores dignos de la educación de nuestros hijos. Y si no pregúntele a la doctora Hilda Molina o al asesinado Camilo Cienfuegos.
    Saludos desde Suiza
    RC

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  6. Fernando Fernández

    Con respecto a esto, les comento que Nikola Tesla ha sido un investigador de los campos electromagneticos. Este cientifico, nacido en lo que es hoy Croacia en 1856, le debemos el invento de la corriente alterna, entre otras cosas. Tambien se abocó a investigar en la trasmision inalambrica de energia, tal como lo demostró en pequeña escala. Pero su proyecto a gran escala era la Torre de Wardenclyffe y queria utilizarlo a nivel intercontinental. Sin dudas que todo eso en manos de loquitos no podria ser bien utilizado. Fue engañado por el viejo T.A. Edison, quien le timó varias patentes y vaya a saber en manos de quien quedo todo el estudio de Nikola. No sé si agité mas las aguas. saludos. Fernando Fernandez. cazadordetics.blogspot.co

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  7. Natalia

    Atilio, leí el artículo publicado en Pagina 12 acerca del "suicidio" del disidente cubano, y me parecio excelente. Además, es tan difícil rebatir argumentos tan solidos por parte de estos medios, ya que presentan la realidad tal como ellos la muestran sin lugar a una lectura alternativa. De todas maneras, tratándose de EL PAIS no me sorprende, ya que es clara la linea que mantiene este medio; no es casual que sus articulos sean constantemente reproducidos por Clarin y la Nacion. Muchas Gracias porque me parecio un aporte muy valioso y clarificador.

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  8. atilio

    Si, José, eso no es extraño para nada. Pero habría que examinar muy cuidadosamente el asunto con sismólogos, geofísicos y gente especializada. Al fin y al cabo EEUU arrojó dos bombas atómicas sobre poblaciones civiles indefensas en Japón, de modo que un logro del tipo que estamos comentando no me sorprendería. Pero habría que examinar el asunto con gente especialista del tema. Prometo investigar y comunicarlo por este medio.

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  9. Jose Cuero

    Para nada es extraño que Estados Unidos utilice su tecnología para seguir causando muerte y destrucción, con tal de conservar su supremacía en el mundo.

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Sobre el Autor de este Blog

Atilio Alberto Borón (Buenos Aires, 1 de julio de 1943) es un politólogo y sociólogo argentino, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard. Actualmente es Director del Centro de Complementación Curricular de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Avellaneda. Es asimismo Profesor Consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e Investigador del IEALC, el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe.

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