Para ser fecunda, la crítica no debe arremeter contra un hombre, sino trabajar en las ideas. La fuerza del presente análisis surge del ejemplo que Atilio Borón aporta a sus lectores: la belleza en el discurso no debe distraernos del planteamiento ni de los argumentos (si es que existen). Es bajo esta convicción que ante nosotros —y sin anestesia— se practica un desmantelamiento político con rigor y demanda, a la altura de una leyenda.
Así, con la intención de entrar en el núcleo de Mario Vargas Llosa (se descubre) a un prolijo allegado al poder y su ideología, a un divulgador oculto tras las ramas de la literatura y del boom latinoamericano.
El propio Boron lo señala: “Pese a su elemental y tendencioso manejo de las categorías y las teorías del análisis político o tal vez debido a la maestría con que maneja los sofismas y las ‘posverdades’, Vargas Llosa es una pieza fundamental en el masivo dispositivo de ‘lavado de cerebros’ y de propaganda conservadora que con tanto esmero practican las clases dominantes de las metrópolis y sus secuaces en la periferia”.
NOTA COMPLETA EN: https://atilioboron.com.ar/quien-es-vargas-llosa-boron-te-lo-dice/
Yo nunca lo he estudiado, pero desde los 60´s, me parecio muy diluido. Creo que asumió una defensa muy blandengue de la revolucion cubana. Sus prejuicios de clasemediero, como que siempre le jugaron una mala pasada. Hasta que «salio» del closet y mostró su rostro verdadero de neoliberal. Me alegra que Atilio Boron, con mayusculas, le siga las huellas, para que nosotros tengamos la verdadera medida del marquez venido muy a menis, con sus enrredijos de faldas.