17 Octubre 2014.
De vuelta en Buenos Aires, luego de tres intensos días de trabajo en Chile, en Concepción primero y en Santiago después. Un gran abrazo a mis anfitriones, que me trataron con un cariño conmovedor. Mucho para contar y analizar sobre las políticas impulsadas por el gobierno de la Nueva Mayoría. Será motivo de futuros posteos. Por ahora adelanto algo muy importante: contrariamente a lo que Bachelet prometiera en su campaña no habrá convocatoria a una Asamblea Constituyente y la reforma constitucional que eventualmente pueda hacerse no tocará los fundamentos doctrinarios de la Constitución de 1980, la de Pinochet.
Lo segundo, que el «pacto de dominación», o sea, la alianza de clases surgida a partir del derrocamiento de Salvador Allende sigue controlando férreamente los resortes fundamentales del estado chileno. Pasaron los regímenes políticos: de la dictadura a la «democracia»; y cambiaron los partidos de gobierno: la Concertación primero, la Alianza de Sebastián Piñera después, y ahora la Concertación «recargada», la Nueva Mayoría, y las políticas siguen siendo, en lo esencial, las mismas. Datos y argumentos en los próximos días.
PS: en el vuelo de regreso. apenas caída la noche, al sobrepasar la la Cordillera nos sorprendió un ventarrón impresionante que durante diez minutos convirtió al avión en una cocktelera infernal. Ya me había pasado antes y por eso estaba tranquilo, pero cuando alcancé a atizbar que la azafata lloraba pensé que tal vez había llegado al final del camino. Pero no, fue apenas un (grandísimo) susto y nada más. Cosa de brujos: cuando decidí ir a Chile y organicé mi viaje tenía la íntima y absoluta convicción de que a la ida o a la vuelta la cordillera me daría un disgusto. No me equivoqué. Pero estoy aquí para contarlo. La seguimos.
No habra mucha diferencia entre Chanchelet de Piñera,sobre todo en política económica.