Al revisar detalladamente el cubrimiento diario de los medios de comunicación sobre los asesinatos selectivos indigna y entristece los pocos minutos y las maneras como los periodistas emiten la noticia, no se les ve en ninguna mueca la rabia y la impotencia que expresaban cuando hablaban de la dictadura en Venezuela, no alertan a esa masa de autómatas que los escuchan, que les creen todo, que este país mata a sus campesinos, a sus jóvenes y mujeres, que se está asesinando a quienes pacíficamente defienden sus tierras y sus derechos o lo que es peor, que en Colombia se amenaza y se asesina a quienes participaron en campañas electorales diferentes a las del candidato ganador.
Para hacer cubrimiento de lo que les conviene a los medios, hacen trasladado de equipos periodísticos, entrevistan vía llamadas telefónicas a los directos afectados, durante las noticias de la mañana, medio día y noche martillan en los cerebros los hechos, acuden morbosamente a historias y personajes para “sensibilizar” a los televidentes y radioescuchas, dedican primeras planas de los periódicos con imágenes impactantes, así meten miedos y chips como el de la “ideología de género” y “nos vamos a volver como Venezuela”. Entonces es ahí donde no entiendo ¿por qué de manera igualitaria no tratan un tema tan grave como los asesinatos selectivos de líderes sociales, lo que está sucediendo en el país y la gravedad de la reconfiguración de la guerra? Y planteo esto no para generar odios en los colombianos sino solidaridad, reclamos de justicia a nuestros gobernantes o al menos que se le hagan exigencias, así como se las hacen a Pékerman o a cualquier jugador de fútbol.
Ni un solo medio de comunicación habló sobre quién era Felicinda Santamaría, no se trasladaron equipos periodísticos para entrevistar a vecinos o a sus familiares, tampoco la radio llamó ni se habló sobre su labor comunal en el barrio Virgen del Carmen del Chocó, ningún medio nacional ha documentado un solo caso de los líderes que han sido asesinados, solo reportan números, ni una sola historia de vida, o algo que reivindiqué lo que realizaban hombres y mujeres; líderes comunales, indígenas, campesinos que ayudaban a sus comunidades y a su gente y ahora en medio de la muerte queda solo la desolación y la indiferencia.
Por lo anterior, mi reclamo no es al fútbol, es al gobierno nacional (al que se va y al que llega) y a los medios de comunicación porque lastimosamente estos últimos “educan” más que la escuela, ellos han ganado, su triunfo es la normalización de la muerte, el regreso de la guerra, el odio a quien piensa diferente, a las mujeres a los jóvenes a los gays, etc. Nunca la historia que nos cuentan a diario estos medios es la nuestra, ese relato único nos somete al pasado y abre de nuevo el capítulo del conflicto interno Colombia Vs Colombia.
La pulsación que me lleva a escribir esto nos es de rabia sino de una tristeza honda por la muerte, pero también por la naturalidad con la que los colombianos asumimos esas muertes, me pregunto si de verdad es que no le interesa a la sociedad o si los medios de comunicación han impuesto una matriz de opinión para que eso no importe y continuemos con la vida como si solo hubiera pasado la derrota del fútbol cuando a lo que asistimos es a la derrota de la vida y la esperanza.
Cuando los medios hegemónicos hablan sobre el conflicto colombiano hacen responsable del mismo unicamente a las FARC, acusando a ésta organización guerrillera de ser la culpable de todos los males que afectan a Colombia. Mientras tanto las corporaciones mediáticas olvidan o mejor dicho prefieren ignorar los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas estatales y sus aliados paramilitares ,perros guardianes de la oligarquía colombiana y del imperialismo norteamericano.
Es evidente que éstos asesinos, envalentonados por la desaparición de las FARC y el triunfo de la derecha uribista, siguen bastante activos. La OEA del inútil pro yanqui Almagro sigue mirando a Venezuela y ahora también a Nicaragua y no hace nada para detener esta ola de asesinatos líderes sociales colombianos .
https://www.clarin.com/mundo/sergio-ramirez-tiempo-daniel-ortega-acabo_0_BJ1sngMgQ.html
Gabriela Selser. DPA
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes de Literatura 2017, asegura que el presidente Daniel Ortega soltó “al genio maléfico de la botella”, al responder con “caos y terror” a la crisis que su Gobierno enfrenta y que ha causado más de un centenar de muertos en seis semanas, según organismos de derechos humanos. Vicepresidente durante el primer gobierno de Ortega (1985-1990), el laureado autor de “Castigo Divino” afirmó en una entrevista con DPA que el ex guerrillero de 72 años construyó su propio final y no logrará sostenerse en el poder. El autor de “Adiós Muchachos”, una autobiografía en donde Ramírez relata de manera descarnada su ruptura con el sandinismo, dice que el objetivo del gobierno es hacer sentir que “nadie está seguro”.
-Lo que nunca se ha visto en Nicaragua se está viendo ahora, una gran rebelión pacífica de amplios sectores sociales, que sin embargo pareciera encaminarse hacia una guerra. ¿Cómo interpreta lo que sucede?
-Una guerra no se puede dar sino entre dos bandos armados, y aquí sólo hay uno: el que agrede desde el poder a la población civil de manera cada vez más artera e indiscriminada. Caos y agresión letal, más que guerra. Incendios provocados, asaltos a comercios, asaltos en las calles y carreteras por las fuerzas de choque, ejecuciones. Pareciera que el objetivo es sembrar el terror para que la población de desmovilice.
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-Se ha acusado al Gobierno y al Frente Sandinista de contratar a pandilleros y delincuentes para atacar a civiles y dañar inmuebles, muchos de éstos propiedad del Estado. ¿Qué consecuencias tendrá todo esto para la gente y para el país?
-Han soltado a un genio maléfico de la botella, a estas fuerzas anárquicas para sembrar el caos, y las consecuencias son para toda la sociedad sin distingos de colores políticos. Y son consecuencias impredecibles. Ya han muerto hijos de policías y de funcionarios judiciales, acérrimos partidarios de Ortega. La consigna parece ser que nadie esté seguro, pero anoche (viernes), en el barrio de Rubenia, las turbas asesinaron a un ciudadano de EE.UU. que llegó a auxiliar a un amigo que lo llamó pidiendo ayuda, porque estaba en manos de esas turbas. Eso trae ya conflictos internacionales. Y eso también es impredecible cuando sueltas al genio de la botella.
-El Ejército ha prometido quedarse al margen del conflicto y ha desmentido versiones de un presunto involucramiento con francotiradores. ¿Piensa que se mantendrá en esta posición?
-El Ejército ha desmentido oficialmente cualquier participación en la represión y merece crédito. En la debacle que estamos viviendo, con todas las instituciones en harapos atadas al carro de un poder abusivo, la única institución que sigue siendo confiable es el Ejército. Tienen mi respeto. Pero me parece que si hay fuerzas paramilitares, esto viola el artículo 95 de la Constitución, que dice que no pueden existir más cuerpos armados en el territorio nacional que los establecidos por la ley. Y el Ejército debería estar obligado a desarmarlos.
-Al responder a los reclamos de que abandone el Gobierno, el presidente dijo: “Aquí nos quedamos todos”. Conociendo usted tan bien a Ortega, ¿cómo interpreta sus palabras?
-Si su frase significa “aquí nos quedamos todos, y yo en el poder”, ese es un deseo suyo sin posibilidades reales. Su tiempo se acabó. Se lo quitaron sus propias acciones. Y la historia es implacable.
Lamentable esos asesinatos en Colombia , seguro llevado a cabo x el narcotrafico o ex miembros de las infames AUC,tampoco hay que olvidar a los periodistas ecuatorianos asesinados x disidentes de las FARC,lamentablemente el acuerdo de paz aun no pone fin a la violencia en Colombia .
Muy acertado todo lo que dice la señora Piedad Córdoba, gran dirigente social latinoamericana, respecto a la actualidad colombiana y al rol que juegan los grandes medios en el encubrimiento de estos crímenes.
El títere impresentable de Almagro vive pendiente de Venezuela, sobre estos asesinatos en un país gobernado por una derecha pro yanqui es obvio que no va a decir absolutamente nada.